Qué develaron las pericias psiquiátricas a Junior Benítez
Después de que se dieron a conocer los estudios, el exjugador de Boca Juniors y Lanús habló en la segunda audiencia del juicio por violencia de género contra su ex novia, Anabelia Ayala.
Después de la segunda audiencia del juicio en la que el exjugador Junior Benítez está acusado de amenazar a la familia de su exnovia Anabelia Ayala, quien se suicidó a fin de año, se develó qué informaron las pericias psiquiátricas y psicológicas.
Los resultados indicaron que el ex Boca Juniors y Lanús tiene “rasgos narcisistas” y es manipulador con “aquellos vínculos sentidos como pasionales”.
El informe del perito oficial Federico Iriart, del departamento judicial de Lomas de Zamora, destacaron que “lo expuesto es compatible con una estructura de personalidad que presenta rasgos de estilo histérico como forma más elaborada y rasgos narcisistas como estilo más regresivo”.
Aun así, el documento destaca que “no se observan signos ni síntomas compatibles con una estructura de personalidad psicopática, pero puede presentar un manejo de los impulsos, especialmente hostil, a la manera de la actuación en experiencias que le impliquen cierta intensidad afectiva”.
Acerca de lo analizado en la pericia psiquiátrica, el informe de la doctora Adriana Patricia Fourgeaux develó que Benítez “no padecía de alteraciones morbosas ni de insuficiencia de sus facultades mentales, por lo que es alguien que no presenta peligrosidad psiquiátrica” y “puede comprender la criminalidad de sus actos y dirigir sus acciones”.
Durante la segunda audiencia, que se llevó a cabo este lunes en el Tribunal Oral Correccional N° 8 de Lomas de Zamora, el exfutbolista rompió el silencio y dijo que era inocente de todas las imputaciones que le acusan.
“Se mostró como inocente y contó que se sintió dominado por ella. Dijo que la víctima le manejaba las redes sociales y las cuentas bancarias”, señaló el abogado Rodrigo Tripolone.
Se espera que el veredicto del Tribunal se dé a conocer el próximo viernes 5 de abril. El futbolista está acusado de “coacción agravada, daño y tenencia de arma de guerra” contra la familia Ayala y podría recibir 14 años de cárcel.