Murales, videos, publicaciones en redes sociales, canciones, poemas y dibujos. El primer aniversario de la muerte de Diego Armando Maradona tuvo miles de muestras de cariño hacia el 10. Entre ellas, se destacó una en particular. Creador de la peculiar y original técnica de utilizar barro para sus obras, el artista Jorge "Coqui" López realizó uno de los mejores homenajes que recibió el Diego: con tierra de la casa de Azamor y Mario Bravo y de uno de los potreros de Fiorito, el sampedrino hizo un cuadro que dio la vuelta al mundo y ahora le llegaron ofertas para comprárselo.

Pese a que lo hizo desde su amor por el 10, la idea y su majestuosa ejecución hicieron que su obra de 1,40x1,20 metros fuera destacada en todo el país y en varios puntos del mundo, a fuerza de retuits y reenvíos en redes sociales. El Pelusa, con la camiseta de la Selección argentina, mira hacia adelante, con sus rulos dominando la cabeza de la que surgieron movimientos y frases para la eternidad: así es el retrato que hizo el artista de 54 años sobre el Diegote. Pero lo impactante no es sólo que logró retratarlo a la perfección, sino que para ello utilizó la misma tierra por la que anduvo el propio 10: el polvoriento suelo de la vereda de Azamor 523 y de uno de los potreros donde jugó y aprendió su técnica magistral se mezclaron con pintura en la paleta de "Coqui" López y terminaron en la tela del bastidor, como si fuera el fondo de la red.

"Hace rato que quería hacer esto para Diego, pero no sabía ni cómo llegar a Fiorito", contó el artista bonaerense a NA, que tuvo un origen similar al de Maradona, pero en otro escenario: "Yo nací en una casita muy humilde en la barranca, a pocos metros del Río Paraná". Por medio del histórico encargado de las transmisiones del fútbol argentino, Fernando "Nano" García, también sampedrino, López conoció a una persona que creció en el barrio de Lomas de Zamora donde se forjó Maradona y pudo viajar hasta allí.

"Los vecinos estaban contentos con la idea, porque Diego está guardado ahí. La tierra guarda nuestros pasos, nuestras vivencias, nuestras lágrimas, nuestras alegrías", señaló el artista, que pala en mano pudo tomar parte del suelo fioritense y llevarlo a su taller. Durante tres meses, esa tierra polvorienta de la vereda de la casa de Azamor y Mario Bravo y de uno de los potreros de Fiorito se hizo barro y se mezcló con pintura. Con espátulas y pinceles, "Coqui" López logró un cuadro épico.

Luego de que las redes sociales y los medios se encargaran de difundir su obra, el artista recibió cientos de mensajes, destacando el cuadro. "Pinté muchos cuadros, pero este es especial: la gente me escribe, se emociona", señaló a Noticias Argentinas. Y entre esos mensajes también hubo propuestas para comprarle la obra: "No sé qué va a pasar con el cuadro. Si hubiese estado vivo, me habría encantado regalárselo a Maradona", subrayó el sampedrino.

Hasta ahora recibió dos ofrecimientos, uno de ellos desde Italia. Sin embargo, López no venderá el cuadro al mejor postor sólo en términos económicos, sino que también le interesa saber qué destino tendrá la obra: no quiere que quede en el living de alguien con plata, sino que la gente pueda verlo. "Me interesa ver qué se hace, si el público va a tener acceso a contemplarlo", agregó.

Las redes sociales y los medios hicieron que su obra del 10 con tierra de Fiorito "pegara muy hondo en la gente". Ahora, "Coqui" López pretende que el cuadro siga haciendo lo mismo pero en el mundo real, el físico, para que el cuadro del Diego de la gente sea de la gente. Como los miles que disfrutaron de sus gambetas desde la tribuna, el artista quiere que el público disfrute de su homenaje al 10.