El juez de instrucción Martín Del Viso procesó con prisión preventiva a los seis efectivos acusados de encubrir el crimen de Lucas González en Barracas. Son los policías Lorena Miño, Fabián Du Santos, juan Romero, Roberto Inca, Héctor Cuevas y Micaela Fariña.

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Los seis fueron procesados por falsedad ideológica, falso testimonio y encubrimiento agravado por su condición de funcionario publico en concurso con privación ilegal de la libertad doblemente agravada.

Los efectivos fueron acusados por plantar un arma en el vehículo donde se trasladaba Lucas junto a sus amigos, para simular que hubo un enfrentamiento armado. También por la detención de los tres amigos de Lucas por unas horas, cuando se los tuvo como sospechosos por la falsa versión que intentó imponer la policía.

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Ahora, suman 9 los policías detenidos por el caso: tres por homicidio agravado y otros seis por encubrimiento. No obstante, la fiscalía y la querella, a cargo de Gregorio Dalbón, pidió que otros ocho efectivos sean detenidos por encubrimiento. Por ahora, el juez Martín Del Viso no resolvió este último planteo.

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En las últimas horas, el juez fue recusado por la defensa de los seis policías ahora procesados. Primero tendrá que el propio juez evaluar ese planteo y luego elevarlo a la Cámara del Crimen, la que tiene la última palabra sobre si sigue o no el juez. Lucas fue asesinado cuando salía de entrenar en el Club Barracas, y en el vehículo que iba con sus tres amigos fue atacado a balazos. 

La acusación del juez en su fallo al procesar a estos seis nuevos policías indica que entre otras cosas, retardaron el llamado al juzgado interviniendo demorando una hora y media en hacerlo, "un retardo que parece justificarse en el montaje de una escena y en asegurar que prueba comprometedora pudiera trascender, como ser, fotografías o video del operativo desplegado en el lugar de la detención, etc".

"Así es como debe evaluarse el hallazgo posterior de un arma de utilería en el automotor Volkswagen Suran, ya que el Fiscal sostuvo con bases sólidas que el juguete fue “plantado” para justificar una balacera que nunca debería haber ocurrido y que terminó con la trágica muerte de un joven de solo 17 años. La colocación de un elemento de estas características dentro de un auto a instancias de efectivos policiales que deberían haber guardado una conducta ética y reglamentaria no hace otra cosa que complicar aún más las cosas", afirmó el juzgado.

También que los efectivos levantaron huellas papilares que no se correspondían a ninguno de los tres policías que habían asesinado a Lucas, y la manipulación de los celulares de los tres amigos de Lucas aprehendidos luego, a tal punto que se les retiró el chip para que dejasen de recibir llamados. 

Además, para el juez los policías Miño, Fariña y Cuevas "se presentaron frente a un panorama que les llamó la atención, ya que así lo indiciaba el sentido común, y siguieron en escena durante el destrato que sobrevino sin solución de continuidad, pues a una de las víctimas llegaron a romperle la remera para arrojarla al suelo".