El Día Internacional de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino se conmemora cada 26 de marzo en el mundo y solo en Argentina se diagnostican de forma anual cerca de 4 mil nuevos casos de este tipo de enfermedad que es la segunda causa de muerte por cáncer en mujeres de entre 35 y 64 años a nivel mundial.

En este sentido, el Hospital Británico de Buenos Aires recuerda la importancia de realizarse controles ginecológicos periódicos para evitar o bien descubrir a tiempo ciertas enfermedades como este tipo de cáncer, conocido como Cáncer de Cérvix.

Si bien existen algunos factores de riesgo, como la inmunodeficiencia, el uso prolongado de anticonceptivos orales, el consumo de cigarrillo, el inicio precoz de las relaciones sexuales y las múltiples parejas sexuales, el agente causal del cáncer de cuello uterino es el Virus del Papiloma Humano, conocido como HPV por sus siglas en inglés. 

Este virus puede afectar la piel y mucosas del ano, la vulva, vagina y cuello del útero, así también como la orofaringe. El contagio es habitualmente por vía sexual, aunque no necesariamente coital, cualquier tipo de contacto íntimo de piel con piel o piel con mucosas es potencialmente infectante.

 “No todas las personas que tengan HPV van a desarrollar un cáncer de cuello uterino. La inmensa mayoría de las infecciones se resolverán espontáneamente. La persistencia de la infección viral a lo largo de muchos años, puede llevar al desarrollo de lesiones premalignas y eventualmente el cáncer. Por eso, es necesario realizarse el examen ginecológico de manera periódica, para establecer un diagnóstico precoz y controlar oportunamente las lesiones”, señaló el Dr. Andrés Humphreys, Encargado de la Sección de Tracto Genital Inferior del Servicio de Ginecología (M.N. 84.796).

El especialista remarcó que para prevenir la enfermedad se recomienda:

  • Realizar el PAP de forma regular, de ser posible, test de HPV a partir de los 30 años.
  • Vacunar contra el HPV a los 11 años y eventualmente en otros casos seleccionados.
  • Utilizar preservativo o campo de látex para disminuir el contagio de las infecciones de transmisión sexual.
  • Evitar el consumo de tabaco.

“Vacunarse contra el HPV reduce significativamente las posibilidades de desarrollar un cáncer, pero no las elimina por completo. Existen tipos virales no incluidos en la vacuna que pueden ocasionar lesiones, y por eso no se puede prescindir de los controles”, agregó el especialista.

El Papanicolaou (PAP) y la colposcopía, que son estudios que se complementan, se realizan con el objetivo de detectar cambios incipientes que pudieran ser precursores del cáncer del cuello uterino, ya que estas lesiones son asintomáticas en sus estadios incipientes. Actualmente, la prueba de HPV permite una pesquisa significativamente más precisa que el PAP. La ausencia de la infección viral demostrada con estas pruebas, prácticamente anula el riesgo de tener una lesión y permite espaciar el intervalo para el control a 5 años.

Algunas recomendaciones para realizarse el PAP/ test de HPV:

  • Reservar un turno para una fecha alejada de su menstruación.
  • Evitar las relaciones sexuales por 48 horas previas al estudio.
  • No realizar lavados vaginales.
  • No utilizar tampones, óvulos, cremas o realizar ecografía transvaginal por 48 horas previas al estudio.

El tratamiento de las lesiones premalignas producidas por el HPV (llamadas lesiones de alto grado), detectadas a tiempo, evita la progresión al cáncer. El tratamiento consiste en extraer la lesión por medio de una intervención quirúrgica, habitualmente utilizando un bisturí de radiofrecuencia, un procedimiento denominado LEEP, para extraer el tejido anormal. El cáncer, cuando se detecta en sus estadios iniciales tiene tratamientos altamente efectivos también.

Cuándo comenzar los controles

  • 3 años después del inicio de la actividad sexual.
  • Se deben realizar una vez al año, o más seguido si su médico se lo indica, ante algún factor de riesgo.
  • Deben ser periódicos, sin necesidad de sentir algún síntoma.
  • La prueba de HPV se comienza a usar a partir de los 30 años de edad.