Preocupación mundial por el aumento de los casos de cáncer de colon en menores de 50 años
Los expertos coinciden en señalar que factores como el aumento de la obesidad y el alcoholismo podrían ser explicaciones posibles sin embargo no explican todos los casos y se analiza el consumo de medicamentos. Recomiendan estudios preventivos de la enfermedad.
Cada 31 de marzo se realizan estudios, congresos y campañas de prevención porque se fija esa fecha en el calendario para trabajar por el día mundial de la concientización de cáncer colorrectal.
Y, si bien las cifras asustan, según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), representa el 10% de todos los cánceres y es la segunda causa de muertes relacionadas con esta enfermedad, la medicina logró avanzar en la detección temprana y es uno de los tipos de tumores más fáciles de prevenir a través de técnicas de rutina por imágenes.
En la Argentina, los pacientes con esta enfermedad ocupan el segundo lugar de incidencia en cáncer con 15.895 casos por año, o sea, 2 casos por día y sólo es superado por el cáncer de mama.
También es el segundo en mortalidad, con 7.323 decesos, solo precedido por el cáncer de pulmón, que -según las últimas cifras disponibles del Informe de Estadísticas Vitales de la Dirección de Estadísticas e Información de Salud (DEIS 2022)- registró 8.471 fallecimientos en el mismo período.
Pero, este año, existe una preocupación más. El foco de análisis está puesto en miles de casos alrededor del mundo que corresponden a personas jóvenes, menores de 50 años, en algunos casos con contextura atlética y sin problemas de adicciones u obesidad.
Este despertar de la enfermedad en una gran cantidad de personas nacidas entre los ‘70 y los 2000, de nuestro tiempo, se torna uno de los desafíos mayúsculos para los investigadores científicos.
En Norteamérica, La Sociedad Estadounidense del Cáncer afirmó, durante 2022, que en 2023 se producirían unos 153.000 nuevos diagnósticos en EE. UU., de los cuales 19.550 corresponderían a personas menores de 50 años. Y, no estuvo lejos de esas cifras.
Si bien, la gran mayoría de los diagnósticos de cáncer colorrectal se siguen realizando en pacientes mayores de 50 años hay consenso en que los milenials nacidos alrededor de 1990 tienen ahora el doble de riesgo de cáncer de colon que las personas nacidas en torno a la década de 1950, mientras que el riesgo de cáncer de recto de los mileniáls es unas cuatro veces mayor que el de los grupos de mayor edad, según un estudio publicado en el Journal of the National Cancer Institute.
Ahora bien, se trata de una enfermedad fácil de diagnosticar pero silenciosa.
Para el jefe del Área de Tumores Gastrointestinales del Instituto Alexander Fleming, Juan Manuel O’ Connor (MN 102.684), “el cáncer colorrectal es una enfermedad silenciosa, ya que los síntomas no suelen aparecer de manera inmediata o, muchas veces, se los confunde con otras afecciones como hemorroides, alguna infección, el síndrome de colon irritable o una enfermedad inflamatoria intestinal. Por eso es tan importante realizar los controles de rutina indicados para las poblaciones de riesgo promedio, así como siempre mantener hábitos de alimentación saludable y rutinas de actividad física”.
Investigadores coinciden en la importancia de los hábitos saludables pero, también, anotan aquellos casos que se registran de individuos en perfecta forma, metódicos, a los que se les despierta la enfermedad antes de los 50 años.
Los genetistas teorizan que cuando el cáncer se detecta a una edad más temprana de lo habitual, hubo mutaciones genéticas que pueden ser la causa de la enfermedad.
Para O’Connor “También es importante considerar los antecedentes familiares y los síndromes hereditarios. Si existen parientes con esta enfermedad, el riesgo de padecerla incrementa. A su vez, algunas alteraciones genéticas aumentan la probabilidad de desarrollar cáncer de colon. Los síndromes hereditarios más comunes que aumentan este riesgo son la “poliposis adenomatosa familiar” y el “síndrome de Lynch”.
Según el GARD (Centro de Información de Enfermedades raras Géneticas), estadounidense, “El síndrome de Lynch es una enfermedad genética en que existe un mayor riesgo de tener cáncer. Las personas que tienen el síndrome de Lynch tienen un mayor riesgo de tener cáncer de varios tipos como de colon, recto, estómago o intestino delgado”, entre otros órganos”.
Si el paciente tiene alguno de los factores que incrementan el riesgo de desarrollar cáncer de colon, como antecedentes de familiar de primer grado o dos familiares de cualquier grado con historia de cáncer colorrectal o que presentaron pólipos tipo adenoma antes de los 60 años, ese individuo debe iniciar los estudios a los 40 años o 10 años antes del caso más joven registrado entre sus familiares”, sostuvo por su parte el Dr. Carlos Alberto Silva, médico oncólogo, Coordinador Médico y Co-coordinador Psicosocial de la Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer (LALCEC).
Pero, el posible trastorno hereditario tampoco explica el 100% de los casos, por el contrario, hay pacientes que han sido diagnosticados entre los nacidos en los ‘70,’80 y ‘90 del siglo pasado y algunos investigadores presentaron papers académicos analizando la influencia de la alimentación y los hábitos pocos saludables como posibles causas del cáncer de colon.
Tasas de obesidad en aumento desde la década de 1980 en los países desarrollados pueden están relacionados con el riesgo de cáncer y, también, el consumo de carne roja, alimentos procesados, bebidas azucaradas en exceso y, por último, pero no menos importante, el aumento del consumo del alcohol.
Ahora bien, cuando se avanza en casos más difíciles de explicar sus causas, la presencia de la enfermedad en individuos atléticos que consumen bebidas y alimentos sin ningún tipo de excesos y sin antecedentes familiares de la enfermedad hay algunos expertos que se animan a comenzar a estudiar la incidencia del consumo de antibióticos, que podrían alterar el delicado microbioma intestinal, los antiinflamatorios no esteroides que se utilizan como analgésicos y, hasta los protectores gástricos de venta libre.
Es lo que están investigando en los Estados Unidos en el Center forYoung Onset Colorectal and Gastrointestinal Cancers del Memorial Sloan Kettering Cancer Center.
Mientras expertos profundizan en las causas que provocan la enfermedad, otros se abocan en la detección temprana y para el doctor Juan Manuel O’Connor “La colonoscopía es del método más efectivo para la prevención, ya que puede determinar la existencia de pólipos y así actuar a tiempo en su correspondiente eliminación antes de su evolución. No hay que tenerle miedo, puede ser un antes y un después en el control de la enfermedad”.
El jefe de Servicio de Endoscopía Digestiva Diagnóstica y Terapéutica del Instituto Médico de Alta Complejidad (IMAC), Dr. Raúl Garcés Müller, habló acerca de la importancia de la colonoscopia para su detección temprana con NA.
El especialista explicó que la colonoscopia es un estudio “mínimamente invasivo y bajo anestesia” que se realiza en forma ambulatoria. “Durante esta práctica, el médico puede hallar la lesión precursora del cáncer, el pólipo, y extraerlo mediante una técnica denominada polipectomia”, añadió.
Por este motivo, Garcés Müller afirmó que esta patología “es prevenible y hasta evitable”
La recomendación es realizar la consulta de rutina con el gastroenterólogo para elaborar un plan de estudios acorde a las características de cada paciente. De esta manera, Juan Manuel O’ Connor insiste en que: “es fundamental remarcar que hablamos de una enfermedad prevenible y por eso insistimos mucho en las medidas de prevención, en dar información a las personas, no subestimar los síntomas y, si hay inquietudes, consultar con el médico, porque si se detecta temprano hay mayores probabilidades de poder bajar la mortalidad”.