La decisión de restringir al máximo la actividad comercial en el AMBA para tratar de frenar los contagios de coronavirus causó preocupación entre los trabajadores del rubro mercantil, y no es para menos: las cámaras empresariales advirtieron que más de 27.000 locales podrían cerrar en forma definitiva en la Ciudad y unos 100.000 en todo el país.

No obstante, desde la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) aclararon que "si bien los empresarios planteamos que hay que abrir la economía cuanto antes, tampoco somos suicidas", al considerar razonables la mayoría de las medidas adoptadas.

Antes del anuncio desde Olivos, comerciantes porteños mantuvieron un encuentro con funcionarios de la administración de Horacio Rodríguez Larreta, donde les adelantaron medidas que generaron "enorme preocupación", indicó la Federación de Comercio de Buenos Aires (FECOBA).

El titular de la entidad, Fabián Castillo, reconoció a la agencia NA que se trató de una "reunión muy difícil" y que la entidad decidió constituir una "mesa permanente" para monitorear la situación del sector durante los próximos 15 días.

"Nos confirmaron que vuelve a cerrar el comercio y esto nos genera una preocupación muy grande a todas las pymes", advirtió Castillo, quien reconoció que el encuentro fue "muy duro".

Hubo comerciantes de algunos rubros que dijeron no entender por qué debían volver a cerrar si cumplían a rajatabla los protocolos, como los del rubro indumentaria, calzado, lotería, librería, artículos de limpieza, lavaderos y otros.

Según pudo saber NA, unos de los planteos que hizo el gobernador bonaerense Axel Kicillof ante su par porteño fue que al abrir comercios claves en la Ciudad, como los ubicados en el Once, decenas de miles de bonaerenses viajaban a diario a abastecerse y eso había acelerado la curva de contagios.