Desde 1998 L’Oreal y la UNESCO se unieron para llevar adelante el programa internacional “Por las mujeres en la ciencia” que busca premiar a eminencias de todo el mundo.

El programa permite despertar vocaciones científicas entre las niñas, apoyar a jóvenes investigadoras y recompensar la excelencia en un campo en que las mujeres deberían estar mucho más presentes. Hasta el día de hoy, la alianza distinguió a más de 3.900 investigadoras de 117 países.

A lo largo de los 16 años en que el premio dice presente en la Argentina, junto con el CONICET, se obtuvo la consagración de 10 científicas reconocidas en el premio internacional, siendo el país de Latinoamérica con mayor cantidad de premiadas de la región.

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Los proyectos que participaron de la decimosexta edición estuvieron enmarcados en las Ciencias de la Materia, específicamente en una o varias esferas de alguna de las siguientes áreas/disciplinas como: Ciencias Exactas y Naturales y Ciencias Agrarias, de la Ingeniería y de Materiales.

En esta ocasión la ceremonia de premiación se realizó este lunes las 16hs en el Centro Cultural de la Ciencia, con modalidad presencial y la transmisión online y una vez más una argentina se consagró como una de las mejores científicas del mundo.

Carla Eugenia Giacomelli, Investigadora Principal en Córdoba del Instituto de Investigaciones en fisicoquímica de Córdoba ganó la edición 16° que se realiza en el país por su proyecto “Materiales biorresponsivos: cómo reparar tejidos con genes”, que tiene por objetivo diseñar biomateriales híbridos mediante la integración de distintos componentes que permitan estimular la regeneración ósea a partir de la modulación de la expresión génica.

“Este premio es una gratificación y reconocimiento tanto personal como para el equipo de investigación que lleva adelante el proyecto. Sin dudas, representa una excelente oportunidad para visibilizar el trabajo de investigación que llevamos a cabo en nuestro laboratorio, en el cual no sólo realizamos investigación básica sino también actividades de vinculación con el sector socio-productivo. Nos permite dar cuenta a la sociedad de las contribuciones científicas que se pueden realizar desde la universidad pública y desde los institutos del CONICET en el interior del país”, expresó Carla Giacomelli en diálogo con NA.

La Dra. Carla Eugenia Giacomelli es Investigadora Principal en Córdoba del Instituto de Investigaciones en fisicoquímica de Córdoba (INFIQC)

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Con relación al camino transitado de la mujer en la ciencia Giacomelli resaltó: “Si miramos hacia atrás, desde la década de los 60/70 el rol de la mujer y el reconocimiento de su labor ha crecido enormemente. Por otro lado, si miramos hacia adelante, aún resta un largo camino a recorrer para romper con las actuales brechas de género en diversos ámbitos. Por ejemplo, si analizamos el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, en términos generales aparece incluso con cierta preponderancia femenina. Sin embargo, la situación completa sólo se comprende cuando se realiza una segmentación por área temática, por cargos jerárquicos y/o por la presencia de mujeres en posiciones que involucren tomar decisiones o definir políticas”.

El lema de la premiación es "Ellas cambian las reglas" y sin dudas pone en manifiesto una evolución de la mujer en torno a muchos aspectos de la vida social en el país y el mundo. En este sentido Carla señaló que esta frase expone la necesidad de cambiar las reglas para derribar mitos y romper con viejos estereotipos.

“Cambias reglas cuando decidís estudiar una carrera tradicionalmente considerada para hombres. Cambias reglas cuando dejas claro que no existen actividades masculinas y actividades femeninas. Cambias reglas cuando logras alcanzar una posición jerárquica dentro del mundo académico o cuando te involucras activamente para mejorar la situación de la mujer en ciencia y terminar con la brecha de género en posiciones jerárquicas, de toma de decisiones o para definir políticas y para ampliar los derechos de la mujer en cualquier ámbito. Cambias reglas cuando decidís vivir del modo que querés vivir sin seguir la imposición de mandatos ancestrales y de prejuicios sociales”, resaltó.

Esta premiación permite mostrar la labor cotidiana de la mujer en la ciencia y en ese sentido donde Carla se expresó en torno a todas aquellas que buscan cumplir sus sueños: “Visibilizar el trabajo en ciencia de una mujer en el interior del país, creo que ayudará a niñas, adolescentes y jóvenes a embarcarse en esta fascinante aventura que es la labor científica, habitualmente vinculada con una actividad masculina, solitaria y rutinaria. Si bien es cierto que la brecha de género en las STEM es importante, de ninguna manera las actividades científicas son sólo para hombres, sino que se trata de un trabajo colectivo y creativo que debe nutrirse de tantas diversidades como sea factible”.

El proyecto se llama “Materiales biorresponsivos: cómo reparar tejidos con genes”

De qué se trata el proyecto “Materiales biorresponsivos: cómo reparar tejidos con genes”

Los materiales biocompatibles o biomateriales (que pueden ser utilizando en seres vivos, incluyendo humanos) tanto naturales como sintéticos se comercializan desde hace varias décadas (prótesis óseas, tornillos dentarios, stent coronario, etc.). Sin embargo, cada uno de ellos tiene diversas desventajas o no se ha logrado aun una respuesta óptima una vez implantados. Uno de los mayores problemas es la interacción entre estos implantes y el tejido dañado del propio paciente.

El paradigma actual en la Ciencia de Biomateriales es diseñar racionalmente y preparar materiales biocompatibles formados por diferentes componentes (híbridos) para lograr funcionalidades sinérgicas. Una de esas funcionalidades es estimular una dada respuesta celular que promueva la reparación del tejido dañado.

La reparación de los defectos óseos es un proceso natural en la mayoría de los pacientes, ya que el tejido óseo tiende a regenerarse tras una fractura. Sin embargo, el 5-10% de las fracturas no se resuelven, lo que causa dolor crónico e impacta significativamente en la calidad de vida de los pacientes.

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Además, sitúa a este problema como una carga en el sistema de salud, que se estima alcance los 25.000 millones de dólares sólo en EEUU para 2025. Los injertos naturales que se usan para tratar este tipo de fracturas cuentan con varias limitaciones y desventajas.

En contraposición, los sustitutos óseos sintéticos son una excelente alternativa ya que permiten combinar componentes de distinta naturaleza y lograr biomateriales con propiedades superadoras. El beneficio de incorporar genes a estos biomateriales, es aplicar terapia génica para disponer de las proteínas involucradas en la formación y crecimiento del tejido óseo en el sitio del trauma.

La medicina regenerativa tiene como propósito manipular convenientemente genes, células y moléculas para aprovechar su capacidad de reparación tisular en el tratamiento de traumas, causados por enfermedades, envejecimiento o accidentes. Uno de los desafíos de la reparación tisular es ofrecer un soporte adecuado sobre el cual puedan crecer células y otros elementos básicos de los tejidos.

En sintonía con este desafío, el propósito de este proyecto es diseñar y desarrollar nuevos biomateriales que tengan una serie de propiedades que permitan su uso en personas y que aseguren el tratamiento exitoso del trauma en cuestión. En definitiva, estos materiales no sólo deben ser biocompatibles, para evitar la reacción adversa del sistema inmune, sino también deben favorecer la reparación tisular.

Equipo completo del proyecto realizado en Córdoba

En este proyecto, se propone utilizar proteínas de seda procesadas para generar estructuras 2D (películas) o 3D (tintas para impresión 3D) que contengan genes para producir las proteínas involucradas en la formación y crecimiento de este tejido en el sitio terapéutico.

En pocas palabras, proponemos diseñar y desarrollar nuevos biomateriales para la reparación del tejido óseo que combinen un soporte 2D o 3D adecuado con los genes que producen las proteínas necesarias para estimular la formación y crecimiento de este tejido.

El proyecto combina conceptos e ideas de la Nanociencia y la Biotecnología y es producto del trabajo del equipo de investigación en el cual convergen profesionales de diversas disciplinas, cuyos aportes permiten diseñar y comprender sistemas complejos.

En nuestro equipo de investigación estudiamos el comportamiento de materiales nanométricos desde hace más de 20 años y a lo largo de este camino fuimos construyendo el andamiaje necesario para entender cómo interactúan estos materiales con entornos biológicos (fluidos corporales, células, etc.). Sobre esta base, es factible avanzar hacia el desarrollo de biomateriales que reúnan diversos componentes para lograr funcionalidades sinérgicas.

Este proyecto es un estudio de investigación básica con diversos aportes disciplinares que en este momento forma parte de los planes de trabajo de tesis doctorales y postdoctorados. Si bien nuestros estudios se realizan in vitro, si estos biomateriales llegaran al mercado, tendrían que incorporarse a través de una cirugía en el lugar del trauma óseo (como se hace hoy con una prótesis, por ejemplo). Se podrían utilizar para reparar traumas óseos en ortopedia y odontología, entre otras.