El fiscal federal Santiago Ulpiano Martínez, y la auxiliar fiscal de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), Patricia Cisnero, solicitaron elevar a juicio la causa por el contrabando de casi 200 kilos de cocaína en Bahía Blanca.

En la investigación hay tres hombres y una mujer que son considerados coautores del delito de contrabando de exportación calificado, por tratarse de estupefacientes, de un cargamento de 196,36 kilos de clorhidrato de cocaína, destinado para su comercialización fuera del territorio nacional.

La droga, con un 80 por ciento de pureza, había sido encontrada en seis bolsos que flotaban en la ría del Puerto de Bahía Blanca y otro que apareció en una orilla, luego del hallazgo de un bote semirrígido abandonado a la deriva en la misma zona.

Las personas acusadas son Emiliano Maximiliano Peralta, Emilio Juan Ángel Villalba Cabrera, Lilian Noemí Jara Cabrera e Ignacio Rolando Orué.

La causa se inició con la búsqueda de la titularidad de la embarcación y luego se fueron uniendo puntos que permitieron la identificación de quienes fueron sometidos al proceso.

La fiscalía, según publicó el Ministerio Público Fiscal de la Nación, consideró acreditado en la acusación que en la maniobra, cuyo motivo de frustración se desconoce, existió intención de "burlar el control aduanero" y establecieron que, debido a las características del accionar delictivo, el hecho encuadra dentro la figura de contrabando agravado.

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El caso tuvo su inicio con el hallazgo por parte de efectivos de Prefectura Naval de un bote semirrígido identificado como "Al I Lafken II", abandonado y a la deriva el 27 de junio pasado en el canal de acceso a la terminal portuaria de Bahía Blanca.

"Estaba sin ocupantes, con los pontones laterales desinflados, la llave de arranque colocada, una caja con elementos de pesca, chalecos salvavidas y tanques con combustible prácticamente llenos", según surge del expediente.

También se encontraron sogas y cabos que, tras ser extendidos, adquirirían la forma de una especie de "canasta" que podría permitir la superposición de bolsos para la realización de un "izado" a bordo de una embarcación.

La fiscalía recordó que la cocaína fue hallada en tres momentos diferentes: la primera parte fue encontrada tres días después que el bote, el 30 de junio, en proximidades de la boya 21 de la ría de acceso al Puerto de esa ciudad, dentro de cinco bolsos que flotaban sobre el espejo de agua.

La segunda parte fue encontrada al día siguiente en un bolso que flotaba en el mar en la misma ría. La sustancia estupefaciente hallada en los seis bolsos arrojó un peso total de 170,290 kilogramos. Por último, el 18 de julio, en la playa cercana a la Base de Infantería de Marina Baterías se encontró la tercera parte en un séptimo y último bolso, que yacía semienterrado en la arena.

Al verificar su contenido, se encontraron 25 panes de clorhidrato de cocaína, cuyo peso arrojó una cantidad ligeramente superior a los 26 kilogramos.

Según consta en el expediente, la droga incautada estaba acondicionada de forma compacta en paquetes rectangulares (entre 25 y 26 por cada bulto), estancos, herméticos y sujetos con sogas. En los panes de droga lucía grabada en bajo relieve la leyenda "PATRON".

Antes del hallazgo del primer bolso con la droga, en la zona conocida como "El Vertedero", el 30 de junio, sobre la costa del canal de acceso al puerto de Ingeniero White, personal de la Prefectura Bahía Blanca había hallado una factura emitida el 23 de junio por una firma ligada a una estación de combustible con alojamiento para viajantes ubicada en Coronel Pringles, provincia de Buenos Aires.

La fiscalía expresó que la hipótesis criminal es que el cargamento era parte de una maniobra de mayor envergadura de ingreso/egreso de clorhidrato de cocaína de la Argentina desde/hacia el exterior, a través de un buque de gran porte que en una fecha cercana estuvo y/o transitó cerca del puerto local, y que aún no fue individualizado.

De acuerdo con lo indicado por la fiscalía, el análisis del rastreador satelital (GPS) del semirrígido permitió establecer que antes de su hallazgo la droga había sido trasladada hacia Coronel Pringles, Punta Alta, Villa del Mar (Coronel Rosales), Ingeniero White y Bahía Blanca.