La Cámara del Crimen ordenó se siga investigando una estafa virtual a partir de la cual le vaciaron más de 60 mil pesos a una mujer de su cuenta bancaria y luego que la fiscalía archivara la causa haciéndola responsable a ella.

S.F. el 7 de enero pasado a las 20 horas ingresó al portal de autogestión del Banco Ciudad para solicitar una nueva tarjeta de débito y dar de baja el pago automático de la aplicación “Spotify”. Inmediatamente después, recibió un llamado telefónico en el cual un hombre que se identificó como operador de la entidad bancaria, le consultó las razones de su ingreso al portal y le aseguró que la asistiría para desactivar el débito automático.

Para eso, le explicó que le llegaría una serie de códigos vía mensaje de texto y que ella debía aportárselos. La mujer así los recibió y se los informó a su interlocutor, que le indicó que volvería a comunicarse con ella horas más tarde.

Ese llamado nunca existió y al día siguiente al chequear su cuenta de hombbanking la mujer descubrió que le habían vaciado su cuenta: 63 mil pesos. 

Ante la denuncia, la fiscalía pidió archivar la causa al responsabilizar a la propia víctima de su estafa. Ello “frente al especial descuido por parte de la denunciante respecto de sus propios bienes, la categoría de competencia de la víctima opera como límite para verificar la conducta típica”.

El juez de primera instancia declaró nulo el dictamen fiscal y ahora lo hace la Sala IV de la Cámara del Crimen con la firma de Julio Lucini e Ignacio Rodríguez Varela.

“Aun cuando pueda resultar arduo explicar la idoneidad de los actos fraudulentos por la que en definitiva se habría conseguido engañar y despojar a la denunciante de sesenta y tres mil pesos que tenía en su cuenta, en sus dictámenes los Fiscales no proporcionan argumentos lógicos y concretos que logren afirmar que no pueda constituir objetivamente el ardid, el llamado telefónico que la mujer recibiera de la entidad a la que ella había”; señalaron los jueces

“Todo esto se enmarca en el sinnúmero de realidades cotidianas que transcurren por vía digital e informática y exceden ostensiblemente las circunstancias propias de los trámites bancarios y transacciones de antaño, de lo cual han tomado evidentemente provecho los autores, y llevado a la proliferación de maniobras de esta especie, que obligan a dedicar considerables esfuerzos y recursos de investigación y enjuiciamiento, como no pueden desconocer los representantes del Ministerio Público”, remarcaron. 

En ese sentido, advirtieron si “cabría preguntarse entonces si la acción de quienes se aprovecharon de su ligereza es lícita o producto del ejercicio regular de un derecho, pues parece equipararse el error al que fue inducida la víctima a una liberalidad, una suerte de “donación culposa”. 

En la actualidad, hay algunos fiscales que argumentando que frente a una estafa virtual la responsabilidad de la víctima, se archivan las causas y así no se investigan.