Nahuel Vargas, el último de los detenidos por el asesinato de Fernando Pérez Algaba, acusó hoy a Maximiliano Pilepich de haber sido el autor material del asesinato del empresario, cuyos restos fueron hallados descuartizados hace casi un mes en la localidad bonaerense de Ingeniero Budge.

Vargas compareció ante el fiscal Marcelo Domínguez, quien lo imputó por el delito de "homicidio cuadruplemente agravado por el uso de arma, alevosía, codicia y el concurso premeditado de dos o más personas".

Durante su declaración, Vargas confió que "Maxi dijo que le pegó dos tiros" a Pérez Algaba, luego de haberle pedido que cambie una lámpara en un predio de General Rodríguez, en el oeste del conurbano.

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"Maxi estaba con dos armas, una era una pistola Glock dorada 9 milímetros en la mano derecha, que se la guarda en la cintura, y con la otra mano se acomoda también en la cintura del otro lado, una segunda pistola", añadió Vargas, cuya exposición quedó reflejada en el expediente al cual tuvo acceso a la agencia Noticias Argentinas.

Asimismo, confió que Pilepich le comentó: "Ya está, no aguantaba más, hay límites", ante un supuesto acoso de Pérez Algaba hacia su hija menor de edad en las redes sociales.

Por otra parte, y en el marco de la causa que investiga la muerte del empresario, este viernes fue liberada Nicole Chamorro, la mujer trans que había sido arrestada por su hipotético vínculo con el crimen, aunque el fiscal Domínguez no halló pruebas suficientes para retenerla y ordenó su "libertad inmediata".