El breve diálogo entre dos actores en la película más controversial de los últimos años, Sound of Freedom, de Eduardo Verástegui revela el posible estado actual de las cosas en torno al espeluznante delito de la trata de niños.

- ¿Cuántos pedófilos has atrapado?

- 288

- ¿Y cuántos niños has encontrado?

- ... (silencio)

Se trata del corazón de la película, Sonido de libertad, actualmente en cartelera en los cines argentinos, protagonizada por el actor Jim Caviezel, y que se ha convertido en un auténtico suceso de taquilla mundial a pesar de su bajo presupuesto de realización y de haber sido rechazada por grandes estudios como Disney, Netflix, Amazon, o 20th Century Fox, basada, según sus promotores, en la historia real de un agente que renuncia a su empleo con la firme misión de perseguir más agresivamente a los y las traficantes sexuales de niños.

En ese contexto y gracias al tremendo éxito en los cines estadounidenses y europeos que desplazo a mega producciones de Hollywood como Indiana Jones 5 entre otros productos, comenzó la polémica en torno a las intenciones de sus realizadores, entre los que se encontraría el actor australiano y ultra católico, Mel Gibson, relacionados con posiciones de la derecha estadounidense que se referencia en la figura de Donald Trump.

Lo cierto es que la película no es sólo un fenómeno artístico sino un producto que pretende trascender la cultura y lograr efectos concretos en la sociedad donde se proyecta.

En ese sentido, su productor, Eduardo Verástegui, de quien se dice que podría aceptar una candidatura a la presidencia de México, ha lanzado una iniciativa, “Carta De Compromiso para la Promoción de Acciones para Erradicar la trata con Fines de Explotación Sexual y Tráfico de Órganos de Niños, Niñas y Adolescentes”, que firmaron los candidatos de La Libertad Avanza, Javier Milei y Victoria Villarruel, según reportó el sitio web La Derecha Diario.

Se trata de la misma carta de compromiso que ya firmaron el expresidente Donald Trump en Estados Unidos y al presidente Nayib Bukele en El Salvador, y a la que tanto Milei como Villarruel suscribieron en caso de llegar al poder en las elecciones este año.

El agente estadounidense en el que se basa la historia de vida relatada en el film, Tim Ballard, denunció la connivencia del gobierno norteamericano con varias de las redes de pedofilia más grandes del mundo y fundó una organización benéfica para la lucha contra el tráfico sexual, https://ourrescue.org/about-us

Polémica en torno del film

Ahora bien, la película tiene sus detractores y sus defensores.

Entre los segundos se anotaron varios políticos e intelectuales que adscriben al liberalismo y a posiciones más conservadoras relacionadas con instituciones religiosas y a una gran cantidad de ciudadanos independientes que prefieren buscar respuestas más allá de los medios tradicionales.

Entre los primeros hay analistas que afirman que el film no es más que una propaganda encubierta de aquellos que promueven la red QAnon que posee una gran cantidad de hipótesis conspiranoicas para explicar los males de este mundo.

Se trata de un grupo de personas, muy activas en redes sociales, que suelen ser partidarios de las posiciones del ex presidente republicano estadounidense, Donald Trump, y que fueron mencionados por investigadores del partido demócrata por tomar parte del fallido golpe contra el Capitolio en el año 2021.

Alrededor del tema de la trata de niños suelen argumentar que existe una gran red mundial pedófila de tráfico infantil junto a un apagón noticioso acerca de la cuestión.

Según ellos, las élites que gobiernan el mundo secuestran niños a través de bandas criminales para utilizarlos en orgías sexuales, rituales satánicos, e investigar con sustancias de sus cuerpos para obtener productos cosméticos y fármacos que retarden el envejecimiento.

Si bien durante la proyección de la película, Sound of Freedom, esta tesis no aparece reflejada en ningún momento de la exhibición, los críticos de la película afirman que los seguidores de QAnon han tomado el film como propio para respaldar sus ideas.

Lo cierto es que la divulgación de Sound of Freedom obedece a que se trata de una problemática de terrible actualidad.

Investigadores criminales independientes y documentos elaborados por el gobierno de los Estados Unidos advierten que el delito del tráfico humano mueve alrededor de 150.000 millones de dólares al año, según cifras conservadoras.

Con respecto al ítem del tráfico infantil no existen cifras concluyentes pero los expertos coinciden en que cada año desaparecen en el mundo entre uno y dos millones de niños. Algunos tienen la suerte de ser encontrados, mientras que los demás terminan en redes de tráfico sexual.

Según la Organización Internacional del Trabajo, con cifras publicadas en septiembre de 2022, hay 3,3 millones de niños y niñas en situación de esclavitud, de los que más de 1,65 millones son explotados sexualmente en redes de prostitución, pornografía infantil o incluso espectáculos sexuales públicos o privados.