Milei mantiene el plan FinES: qué prefiere un ciudadano carenciado, ¿terminar la secundaria o aprender un oficio con salida laboral?
Esta semana cierra la inscripción y, para la mitad de una encuesta nacional, a la clase baja le es muy difícil retomar la escuela. Sería más atractivo aprender oficios con salida laboral.
Aunque ocho de cada 10 encuestados en un nuevo estudio de opinión pública a nivel nacional de UADE y Voices! está de acuerdo con que terminar el secundario garantiza mejores oportunidades de trabajo, la mitad considera que es muy difícil que alguien de clase baja vuelva a estudiar luego de abandonar la escuela.
En paralelo, casi otro 50% opina que es más importante que las personas de sectores bajos aprendan oficios con salida laboral a que terminen el colegio.
¿Qué es el plan FinEs?
El resultado del relevo coincide con el cierre de la inscripción al Plan FinEs 2024 para todo el país, el 31 de marzo, destinado a mayores de 18 años que no hayan finalizado los estudios secundarios.
El incentivo que aplica la actual administración mediante la Ley 27.726 es que los jóvenes que se encuentran en la etapa escolar intermedia accedan a las Becas Progresar, que incluye a los alumnos del FinEs hasta los 24 años, con posibilidad de ampliación a los 35.
El estímulo de esta beca se sustenta en la opinión recibida en la compulsa, donde se señala a algún tipo de beneficio económico junto con el apoyo o contención familiar como factores que pueden contribuir a que una persona retome los estudios secundarios.
De todos modos, la mitad de los encuestados que dejaron la escuela o que conocen a alguien que lo haya hecho considera que las chances de revincularse son bajas o nulas.
En tal sentido, el 64% de quienes dejaron la secundaria o conocen a alguien que haya pasado por esa situación afirma que en su momento no recibieron apoyo ni asesoramiento para evitar el abandono.
Superada la barrera, según un informe de Argentinos por la Educación, sólo uno de cada cinco anotados logra egresar de la escuela secundaria para adultos.
La buena noticia es que en los últimos 20 años aumentó el 128% y que el crecimiento de la graduación, principalmente en provincias relativamente más pobres, como Chaco, Jujuy, San Luis, Corrientes y Salta.
De acuerdo con los datos de la ONG especializada en educación, entre 2001 y 2022, termina la escuela en esta modalidad uno de cada cinco egresados (19,7%), cuatro puntos porcentuales más que en 2001, y en ese lapso, la matrícula de jóvenes y adultos creció un 12%, acompañando la expansión de este nivel educativo en todo el país.
Las tres cuartas partes de los consultados afirman estar persuadidos conceptualmente de que seguir estudiando no es una pérdida de tiempo, aun en épocas de inestabilidad, aunque admiten que con las crisis económicas y desempleo es cuando se manifiestan las consecuencias negativas más relevantes del abandono escolar por parte de los adolescentes.
Son ellas que, en gran medida los jóvenes, se acostumbran a vivir gracias a los planes sociales y que se incrementan las probabilidades de caer en adicciones, según las opiniones volcadas en el informe.