El médico que le salvó la vida a Maradona en 2000 asegura que podría estar vivo
Carlos Benjamín Alvarez, del equipo de Alfredo Cahe, confirmó que en la autopsia no se hallaron medicamentos cardíacos. La terapéutica que no se siguió.
Uno de los médicos que le salvó la vida a Diego Maradona en 2000 confirmó que en la autopsia no se encontraron rastros de medicación cardíaca, pese a que se trataba de un paciente con un funcionamiento del corazón del 27 por ciento.
Carlos Benjamín Álvarez, un ex integrante del equipo del médico Alfredo Cahe, declaró que el cuadro cardíaco que padecía Maradona desde hacía dos décadas "era parcialmente reversible" pero aclaró que "siempre y cuando se hagan los controles y tratamientos adecuados, lo que es fundamental. Ya en ese entonces los tratamientos aplicados mejoraban la vida de los pacientes y en la actualidad han aparecido gran cantidad de drogas que permiten mejorar el cuadro".
"Es indispensable para este tipo de patologías el seguimiento clínico, tomografía ecotridimensional y resonancia nuclear para evaluar el daño del músculo. Es esencial un examen clínico cardiovascular de rutina. En estos casos el seguimiento fundamental es el examen clínico, cardiovascular que hacen todos los cardiólogos y el control permanente de la función ventricular como en el caso concreto", añadió.
No es poco, ya que según el mismo facultativo "la gran mayoría de las miocardiopatías (como las que padecía Maradona) son irreversibles". Peor aún: "los enfermos con insuficiencia cardíaca aguda con fracción de eyección menor del 30 por ciento (Maradona tenía un 27) derivan en una mortalidad de 50 por ciento a los seis meses y el 30 por ciento muere a los tres años siguientes". Maradona vivió 20 años más de lo previsto, según esa evaluación estadística.
Álvarez confirmó que "en relación a las drogas detectadas en la operación de autopsia que en este acto le son informadas explica que ninguna de ellas está indicada para tratar afecciones cardíacas".
Dicho de otro modo: Maradona no estaba tomando la medicación para las afecciones de su corazón. Sobre lo que ocurrió después de la operación por el hematoma subdural poco antes de su muerte, Álvarez consideró que "debió conocerse el riesgo quirúrgico o grado de problema cardiovascular para su externación y así evaluar el control periódico de signos vitales, y además el control diario cardiovascular".
De hecho, la cantidad de líquido ascítico detectado al momento de la autopsia -opinó- "es un signo de insuficiencia cardíaca, el edema agudo de pulmón puede haber sido el punto final de su muerte".
Maradona "murió por un cuadro de insuficiencia cardíaca. El cuadro debió ser previsible los días anteriores, especialmente debió mostrar aumento del diámetro abdominal y edemas. Sin dudas hubiese sido necesario el suministro de diuréticos".
"El paciente, siempre y cuando hubiera tenido signos de miocardiopatía, debería haber tomado medicamentos como carvenidol, luego enalapril. (...) Hubiese sugerido tomar liboxina, que resulta ser la primera droga en el mundo para tratar la insuficiencia cardíaca. Además, debería haber tomado diuréticos como espironolactona". Según se desprende de la investigación, no se cumplió con esa terapéutica para un paciente de las características de Maradona.