"Me arrancaron la mitad de la vida, me sacaron las ganas de vivir", dijo la viuda del colectivero asesinado
Andrea reveló que se enteró por un llamado telefónico y que le había parecido raro que él no le mandara mensajes como lo hacía habitualmente. Cuando estaba por ir a la terminal en González Catán, le avisaron la peor noticia.
La viuda del colectivero asesinado en la localidad bonaerense de Virrey del Pino reveló hoy que, cuando le comunicaron que a su marido lo habían matado, sintió que le "arrancaron la mitad" de su vida y que le "sacaron las ganas de vivir".
Andrea recordó la última conversación que tuvieron con Pedro Daniel Barrientos antes de que saliera a trabajar como todos los días arriba del colectivo 620: "Le dije que me llame cuando llegue para que no usara el celular mientras iba manejando, y no me contestó más".
En medio de la incertidumbre, y cuando ya se había propuesto ir a hablar con alguno de los inspectores a la terminal de González Catán, recibió un llamado telefónico que la derrumbó, ya que le avisaron que su pareja había muerto.
"Me arrancaron la mitad de la vida. Me sacaron las ganas de vivir", afirmó la mujer en declaraciones a distintos medios televisivos.
Barrientos y Andrea se conocieron hace menos de un año, ya que él venía de enviudar y tenía un hijo de 14 años, mientras que ella estaba separada y es madre de una chica de 12 años.
"Queríamos viajar, comprar nuestra casa. Vivir lo que nos quedaba, poner un negocio. También teníamos el proyecto de irnos de Buenos Aires. Estaba muy complicado todo. No pudimos", indicó.
La viuda de Barrientos coincidió con los compañeros de la víctima al afirmar que Daniel "ya quería jubilarse" y que esperaba "la contestación de la ANSES" para luego dedicarse a sus nuevos "proyectos".
"Últimamente, ya no quería ir a trabajar, no sé si por miedo, sino que quería disfrutar de la vida y de la familia que armamos", sostuvo.
Barrientos salió este lunes a la madrugada de su casa y se dirigió a su puesto de trabajo: "Él siempre me mandaba mensajes cuando llegaba y las planillas de su recorrido. Hoy justamente hizo lo mismo. Incluso, cuando llueve siempre hablamos de los frenos, de que iba a regular los frenos".
"Después me dijo que se iba para Vernazza. Le dije que me llame cuando llegue, para que no usara el celular mientras iba manejando, y no me contestó más. Le mandé un par de mensajes y ya no me respondió. Todos los recorridos él me iba diciendo", reveló Andrea.
Como le pareció "raro" que él no se volviera a comunicar con ella, pensó en ir a buscarlo a González Catán, "como muchas otras veces" lo hizo y hablar con uno de los inspectores a ver si sabían algo.
"Me parecía raro que aun habiendo perdido el celular no se hubiera comunicado conmigo", señaló, al tiempo que relató que "todos los recorridos que hacía Daniel eran muy peligrosos" y que su colectivo "no tenía cámara de seguridad".
"Me enteré por gente de la empresa que lo habían matado. El hijo de él ya lo sabe. Mi nena de 12 años tiene un retraso madurativo y, aunque ella tiene a su papá, a Daniel le decía `mi papá Dani`. No sé cómo le voy a dar la noticia", lamentó.