Más dudas sobre el hombre que dijo que asesinó y enterró a Guadalupe Lucero: realizan exploración en el lugar señalado
El lugar mencionado por el hombre de 25 años que padece esquizofrenia es inaccesible para una persona y menos aún de noche. Los investigadores ordenaron realizar allí una prospección con perros.
Los investigadores de la desaparición de Guadalupe Lucero, la niña de quien nada se sabe desde el 14 de junio de 2021, en el Barrio 544 Viviendas de San Luis dudan del relato del joven de 25 años que se presentó espontáneamente ante las autoridades para asegurar que fue él quien la secuestró y la mató.
Ayer, un equipo de Criminalística de la Gendarmería Nacional se trasladó hasta la localidad de Potrero de los Funes, donde el joven dijo haber sepultado el cadáver, pero sólo pudo acceder mediante las imágenes captadas por un dron. Mientras que hoy los investigadores ordenaron realizar allí una exploración del lugar con perros.
Gendarmería recorrió el lugar en el que un hombre dijo haber enterrado a Guadalupe Lucero
Guadalupe Lucero está desaparecida desde el mencionado día, cuando salió a la calle a jugar con una amiga en el barrio puntano conocido como 544 Viviendas. El autoincriminado dijo que el cuerpo estaba en un paraje de Potrero de Los Funes, pero los investigadores descreen de esa versión porque el lugar es virtualmente inaccesible para una persona común.
Desde el paraje más cercano al que se puede acceder con un vehículo hasta el señalado como supuesto sitio del enterramiento hay un trecho a pie de unas tres horas por un camino pedestre.
Las fuentes consultadas por NA explicaron que “es para una persona entrenada y con buen estado físico. Se trata de un sendero rocoso, montañoso, con subidas y bajadas. Sólo alguien con buen estado físico y entrenado podría llegar hasta allí”.
Además, Guadalupe desapareció cuando estaba anocheciendo, de modo que según el relato del joven debió haberla llevado a ese lugar de noche, lo cual –según los investigadores- “es imposible”. La fiscal local Virginia Palacios Gonella anunció ayer la presentación del joven que afirmó haber asesinado a la niña y dispuso medidas para preservar el lugar señalado.
El hombre, quien no está detenido pero sí tiene una consigna policial en su domicilio, padece un cuadro de esquizofrenia constatado por un certificado médico. Esa no es la única patología que surge de su historia clínica: también aparece como una persona “depresiva”, que se caracteriza además por un arraigado “sentimiento de culpa”.
Anoche, efectivos del cuerpo de Criminalística la Policía Federal y un perro rastreador ingresaron al domicilio del joven que vive con su madre, y realizaron pericias con luminol para detectar manchas de sangre o rastros de ADN. Pero los resultados dieron negativos, y de la casa los investigadores solo se llevaron un CPU que será peritado.