Miles de personas marcharon en la ciudad de Comodoro Rivadavia para repudiar los abusos sexuales denunciados en un jardín de infantes, presuntamente cometidos por un profesor de música sobre el que ya se realizaron 42 denuncias judiciales.

Bajo la consigna "los niños no se tocan" vecinos y vecinas de la ciudad chubutense se manifestaron en las calles céntricas este viernes por la noche y acompañaron a las madres y padres denunciantes.

En tanto, el gobernador de esa provincia, Mariano Arcioni, habló sobre las denuncias que realizaron las familias de niños y niñas que asisten al Jardín Nº 406 contra el profesor de música que ya fue separado de su cargo.

“Veo la situación con mucha preocupación y muy dolido por todo lo que está ocurriendo. Tanto el Ministerio de Educación como el de Salud en forma inmediata activaron todos los protocolos, en contacto con los familiares, con todos los equipos médicos, psicológicos”, comentó Arcioni en las últimas horas y pidió que “la Justicia lo resuelva de forma inmediata”.

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Y señaló: “Es una persona que ya ha tenido muchísimas denuncias, como para que se lleve a cabo una investigación tranquila tendría que estar, por lo menos, con una prisión preventiva”.

El pasado miércoles un grupo de padres y madres de niños y niñas que asisten al jardín de infantes se autoconvocó en la puerta de la institución para denunciar al menos 10 casos de abuso.

El profesor acusado pertenecía a las Escuelas de Nivel Inicial Nº 406, a la Primaria Nº 169 y al Instituto Superior Nº 806, por lo que se lo apartó de todos esos cargos, mientras que fueron suspendidas las clases en el primero de los establecimientos educativos de Comodoro Rivadavia hasta nuevo aviso.

"El profesor está en las salas de 3,4 y 5 años, tanto en los turnos mañana como tarde. Yo creo que esto pasa enfáticamente desde el último semestre", comentó ante la prensa local la madre de un alumno que asiste a la institución.

A su vez, denunció el accionar de los directivos, quienes hicieron caso omiso al pedido, solicitando efectivos para guardar la puerta del edificio y apuntando contra los padres que allí reclaman.

"Quieren hacernos un acta, no quieren que hagamos nada para no manchar el prestigio del jardín. Además, quieren que los chicos sigan viniendo para no perder su escolaridad, y que el docente siga trabajando", dijo.

Y agregó: "Le tienen terror al baño, la mitad de la sala se empezó a hacer pis y no se querían quedar en el jardín. Todo comenzó a través de un juego. Mi hija vio en la tele un pájaro, que le dijo el pájaro loco, dice que le baja los pantalones y la bombacha".