Apenas el 12% de los profesores del sistema universitario nacional tiene dedicación exclusiva, lo que es muy bajo y está lejos de los estándares internacionales, declaró el historiador educativo Pablo Buchbinder.

"Tenemos un presupuesto muy bajo por alumno en la Argentina, en términos internacionales, pero muy alto por graduado", indicó el docente, autor -entre otros textos- de "Historia de las Universidades Argentinas" (Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 2005).

"Necesitamos una política muy activa en lo que tiene que ver con la cuestión de la deserción, que es alta entre el primer y segundo año de cada carrera", indicó el especialista en declaraciones formuladas al programa "Ahora o nunca: el espacio de la educación".

LEÉ: Quedó resuelto el conflicto por el recorte del presupuesto universitario

Con relación al perfil de los profesores, Buchbinder destacó que se necesita una política muy activa; "tenemos -dijo- un porcentaje muy bajo de docentes en la Argentina con título de doctor o título de posgrado".

"Es fundamental también fortalecer la formación básica y la general, hemos tenido algunos proyectos en ese sentido en los años 90; en la Universidad de Buenos Aires está el CBC pero es fundamental la formación en una serie de áreas como Matemática, Física, Lectoescritura, es necesario reforzarlas", agregó.

LEÉ: Ranking de la UBA: cuáles las carreras más elegidas y las últimas novedades

Bajo porcentaje de docentes universitarios con doctorados o posgrados

Ante una consulta sobre la posible compra de fondos de inversión de plataformas digitales de casas de estudio nacionales, señaló que "lo veo mal, esperemos que ese tipo de iniciativas no prospere; no tengo muy claro cómo han propuesto eso en el ámbito de las universidades públicas en la Argentina, pero veo difícil que puedan tener eco en el sistema público, que es un sistema que aún cuando las universidades tienen grados importantes de autonomía, también tienen cierto grado de regulación".

Acerca de la reciente aprobación de la Cámara de Diputados de la Nación de las futuras instituciones de Pilar, Saladillo y Delta, indicó que "es positiva la creación de las universidades en líneas generales; pero también es cierto que a los procesos de creación de nuevas universidades uno los encuadra dentro de la construcción de política territorial, o sea responden más a la necesidad política del caudillo local que a razones académicas".

"Lo primero que uno tiene que ver en realidad es que actúen los CIPRES (hay siete Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior, para facilitar la articulación, integrados por los ministros de Educación de las provincias comprendidas en la región y los rectores de las universidades, públicas y privadas) que no haya superposición de oferta: que no se estén dictando las mismas carreras simultáneamente en dos universidades que están una al lado de la otra", según Buchbinder.

En respuesta a otra pregunta, destacó que "cuando uno miraba los años '70 vos mirabas el diario, encontrabas al movimiento estudiantil y los problemas universitarios en el centro de cualquier episodio importante, pero hace mucho que el accionar de estos nucleamientos no está en tapa".

Finalmente, el historiador expresó que "en la universidad tenemos autonomía, cogobierno con participación estudiantil, ingreso directo y gratuidad; creo que en alguna medida eso ha hecho que la agenda haya quedado en un segundo plano; esto, aunque no sea políticamente correcto decirlo, pero me parece que son variables que uno no puede dejar de tener en cuenta cuando piensa los procesos de movilización y de protesta estudiantil".