Dos de los tres detenidos por el crimen del delivery Danilo Marcieri, de 20 años, serán indagados en las próximas horas y se resolverá su situación procesal, al tiempo que el tercero de ellos es un menor de 15 años, por lo que es inimputable para la Justicia.

La Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 4, a cargo de Karina Gallo, y efectivos de la policía Bonaerense de Quilmes detectaqron que los autores del asesinato de este sábado podrían estar escondidos en la Villa Springdield de esa localidad.

Luego de revisar las cámaras de seguridad de la zona, se dispusieron cuatro para dar con los homicidas.

En el primer operativo se detuvo a un menor de 15 años, A.R., acusado de encubrimiento, y se incautó una óptica de la moto robada a Marcieri. La óptica la habrían encontrado escondida dentro de un lavarropas, precisaron los voceros policiales.

En el segundo allanamiento se detuvo a Alejo Vivas, apodado "el Cangrejo", quien habría sido uno de los involucrados materialmente en el hecho como coautor.

En los dos procedimientos restantes se apresó a Alexis Nicolás Vázquez, de 20 años, presunto autor del disparo y a quien se le encontraron manchas de sangre en la ropa. Asimismo, se halló la moto robada al repartidor, escondida en un garaje.

El crimen de este joven provocó conmoción e indignación entre los ciudadanos de Quilmes.

De hecho la intendenta de ese distrito también se hizo eco de este asesinato y en su cuenta de Twitter escribió: "Pedimos al Poder Judicial que cumpla con su deber y aplique el máximo rigor. Nos presentaremos como querellantes en la investigación penal preparatoria. Es nuestra obligación. Se lo debemos a los vecinos y vecinas que salen a la calle a trabajar y merecen vivir seguros".

El delivery fue asesinado a balazos por al menos dos sujetos el sábado alrededor de las 14:00 mientras realizaba su trabajo.

Marcieri había arribado a la intersección de la Calle 162 y Zapiola, en Quilmes, para entregar un pedido y en ese momento fue interceptado por los ladrones armados, que le quisieron robar el rodado.

Si bien se desconoce si el repartidor se resistió al asalto, lo cierto fue que los ladrones le dispararon al menos una vez en el pecho. Como pudo, el joven alcanzó a caminar hasta la esquina para pedir ayuda hasta que cayó al suelo. La mochila que utilizaba para trabajar quedó tirada a unos pocos metros.

Tras el ataque, los delincuentes escaparon rápidamente con la moto del repartidor, una Motomel C150 de color oscura.