En el marco del crimen de Arali Vivas, la niña asesinada el sábado 2 de noviembre cuando bomberos de la localidad de Brinkmann fueron alertados por el incendio, la Unidad de Desarrollo Especial fue allanada.

El hecho se dio este martes y se busca determinar las acciones que se tomaron en la previa del ataque. También hubo allanamientos en el Hospital de la localidad donde residía la pequeña.

Por el momento, los investigadores continúan con el caso de Vivas y, por esa razón, gracias a la disposición de la fiscal de Morteros, Yamila Di Tocco, se realizaron allanamientos en sede de la UDER de San Francisco y en el Hospital de la localidad donde era atendida la pequeña.

Según informaron medios locales, estos procedimientos fueron realizados por personal de Informática de la Policía Judicial de Córdoba, quienes buscaban documentación relacionada con la causa.

Como resultado de los allanamientos, se logró secuestrar diversos documentos que podrían resultar fundamentales para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades de dichos organismos.

Por último, siguen en la mira los principales sospechosos del crimen: el padrastro de Aralí, Matías Ezequiel Simeone (33) y un amigo de éste, Cristian Hernán Varela (40), ambos  imputados por homicidio criminis causa, un delito que podría derivar en la condena a prisión perpetua.