Una nueva protesta de empleados municipales de recolección de basura en La Rioja en reclamo del pase a planta permanente, aumento salarial y recursos para trabajar terminó en violencia y destrozos.

En esta ocasión varios camiones que habían sido retenidos por los trabajadores quisieron ser recuperados por la municipalidad y en ese momento comenzó una batalla campal con piedras que causaron destrozos materiales. Por este hecho Inés Brizuela, intendenta de la ciudad, erradicó la denuncia correspondiente.

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Este conflicto comenzó a fines del año pasado cuando los empleados y delegados de la compañía estatal realizaron diversas marchas para solicitar el pase a planta permanente. Luego de varias protestas se le sumó el pedido de aumento salarial y mejores recursos para trabajar.

El martes, cuando comenzó el reclamo, la ciudad se quedó sin servicio de recolección de basura lo que sin dudas generó repudio e los vecinos por la acumulación de bolsas en las calles.

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A través de su cuenta personal de Twitter la intendenta sostuvo que en todo momento hubo voluntad de dialogar con los trabajadores para que destrabaran la situación “ilegal” que cometían. Ante la falta de acuerdo y al ser una actividad esencial se precisó de la fuerza policial para retirar los camiones parados.

“Si bien se logró retirar de forma pacífica los camiones compactadores retenidos, un grupo reducido de personas intentó oponerse respondiendo con violencia, arrojando piedras, destruyendo los parabrisas y otros elementos de los vehículos”, detalló.  

Luego del ataque y los destrozos que hubo, el Municipio sacó un comunicado al respecto: “Desde el Municipio ratificamos el derecho a huelga; pero repudiamos las acciones delictivas cómo está de apropiarse de bienes públicos que son elementos fundamentales para la prestación del servicio esencial de recolección”.