La querella en la causa del llamado "Madoff argentino", el empresario Enrique Blaksley Señorans, espera lograr una "condena ejemplar" contra el acusado de cometer una multimillonaria estafa en el país y que comenzó a ser juzgado esta semana.

A Blaksley Señorans, preso desde hace casi tres años en la cárcel de Ezeiza, se lo acusa de haber armado un complejo entramado de sociedades encabezado por la firma que presidía, Hope Funds, y de haber cometido estafas por hasta 1.500 millones de pesos mediante falsas promesas.

"Es la maniobra defraudatoria de lavado más grande de la Argentina en términos de captación de privados", dijo a NA el abogado querellante que representa a varios damnificados Víctor Varone, en referencia a la causa.

Varone agregó: "Es la primera parte del juicio, ya que es un entramado difícil y hubo un buen trabajo de la fiscal Alejandra Mangano y la jueza María Servini. Será un juicio largo y se espera no solo una condena ejemplar, sino además el recupero de activos".


Este jueves comenzó a ser juzgado Blaksley Señorans, un hombre desconocido para la opinión pública hasta que se convirtió en el símbolo de la mayor estafa registrada en el país, la que involucró a decenas de personas y que le valió el apodo de "El Madoff argentino", en referencia a Bernard Madoff.

"Bernie" Madoff, ex inversionista bursátil, asesor de inversiones y financista estadounidense, fue sentenciado en junio de 2009 a 150 años de prisión (el máximo permitido), acusado de haber cometido el mayor fraude de la historia de Wall Street a cargo de una sola persona: 64.800 millones de dólares.


Su (más pequeña) versión argentina es Blaksley Señorans, quien se someterá a un extenso juicio oral y público de forma virtual desde la cárcel de Ezeiza, en el sur del Gran Buenos Aires.

Al empresario se lo acusa por los delitos de asociación ilícita, estafa reiterada, lavado de dinero y captación de ahorros.

De ser condenado por el Tribunal Oral Federal N° 4, la querella espera que el empresario reciba una pena de 16 años de cárcel, 10 por lavado de dinero y seis por la estafa realizada, más la multa correspondiente, "de entre dos y 10 veces el valor de los bienes objeto del delito", según la legislación vigente.