La prórroga hasta el 31 de diciembre de 2023 del Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego, que ya tiene media sanción del Senado, consiguió dictamen favorable en la Cámara de Diputados y quedó lista para ser debatida en el recinto.

La comisión de Seguridad Interior que preside el massista bonaerense Ramiro Gutiérrez (Frente de Todos) escuchó las opiniones de los diputados nacionales que integran el cuerpo y luego procedió a juntar las firmas para el dictamen de esta propuesta que apunta a reducir la circulación de armas de fuego mediante la destrucción de las mismas.

La primera oradora fue la diputada de la Coalición Cívica Mónica Frade, quien reclamó que antes de avanzar con el dictamen hacía falta dar cumplimiento a "una tarea que central que es la citación de la titular de ANMaC (Agencia Nacional de Materiales Controlados)”, Natasa Loizou.

"Debemos en un tema tan sensible poner un poco más de atención respecto de lo que está pasando con las armas en nuestro país", remarcó, ya que "no sabemos a dónde van esas armas; no sabemos si van al mercado negro y no hay casi destrucción de armas".

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"Discutamos qué vamos a hacer con las armas y si vamos a seguir prorrogando esta norma sin siquiera hacer ningún control posterior cuando la gente se desarma y le entrega al Estado las armas", prosiguió la opositora.

"Lisa y llanamente me dicen que no hay ningún tipo de control en esto”, dijo luego de comentar que hizo un pedido de informes a la ANMaC.

El diputado de Republicanos Unidos Ricardo López Murphy consideró -en línea con Del Frade- en que "la norma de entrega de armas debería ser permanente" y no sujeto a plazos que después hay que prorrogar.

Según dijo, en el informe recibido de manos de las autoridades de la ANMaC "se reconoce que no hay inventario, que no hay control".

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Por el Frente de Todos, el diputado Rodolfo Tailhade se mostró de acuerdo con la propuesta opositora de convocar a la titular del organismo.

El diputado kirchnerista explicó que "el programa consiste en la destrucción del arma en el momento en que el ciudadano se acerca a entregarla", momento en que se efectúa la "inutilización a través de una máquina especial".

Tailhade admitió que existe una "legítima preocupación" en torno a que las armas vuelvan a circulación, pero explicó que apenas se entregan quedan "inutilizadas y no hay riesgo de que el arma vuelva a la sociedad en condiciones de disparar”.

Sin embargo, Frade salió al cruce y aseguró que de acuerdo al informe en cuestión "entre abril de 2017 y junio de 2020 no se había destruido ningún arma de fuego" y recién "la gestión iniciada en agosto de 2020 comenzó a revertir la situación".