El asesinato del menor de cinco años Lucio Dupuy en La Pampa conmocionó a todo el país. Tras esto, un grupo de personas hizo una marcha y se dirigió a la departamental de Trenel y Piquillín para hacer justicia por mano propia.

En el pedido de justicia por Lucio, se notó un cierto grado de violencia: el epicentro fue la Seccional Sexta, la cual estuvo vandalizada con pintadas, roturas y bombas molotov. Además, un preso señaló la ventana de la celda en la que habría estado una de las detenidas, hecho que causó la bronca de los manifestantes y que se desató en un ataque con piedras.

Horas más tarde, se empezaron a reunir cientos de personas y decidieron hacer lo mismo pero en el barrio Atuel, donde vivían las detenidas. Esto obligó a los efectivos a que pongan una custodia policial y a que toda la cuadra sea vallada.

Hubo ataques a la Policía y represión por parte de las fuerzas de seguridad. Según fuentes oficiales, hubo 14 agentes heridos y 10 personas detenidas.

Debido a esta situación, en plena noche, los efectivos subieron a las sospechosas a una camioneta especial de la Policía, para ser sacadas de la provincia de La Pampa y trasladadas a San Luis.

Desde el Gobierno de San Luis, confirmaron la noticia: “Por orden de la Justicia de La Pampa, se encuentran alojadas en el Complejo Penitenciario I de la ciudad de San Luis las ciudadanas Magdalena Espósito Valenti y Abigail Páez, quienes fueron detenidas en la vecina provincia, acusadas por la muerte de un menor de cinco años”.

También, explicaron que La Pampa carece de un servicio penitenciario propio, lo que significa que, para alojar a sus penados, “hace uso de instalaciones federales o de otras provincias a partir de convenios celebrados previamente a tal fin”. Desde junio de 2017, a través de la firma del Tratado de Caldén, ambas provincias mantienen acuerdos de cooperación mutua.