Como ya lo hiciera Google con Alphabet en 2015, Facebook se rebautizó con un nuevo nombre corporativo, Meta, conforme fue anunciado por el Ceo y fundador, Mark Zuckerberg.

De este modo, intenta reflejar su nueva apuesta e introduce un símbolo del infinito como representación de Meta, que engloba a toda la red social de Facebook: WhatsApp e Instagram, además de otros proyectos como Quest, Messenger o Horizon.

Sin embargo, la aplicación de Facebook utilizada por casi 3 mil millones de personas en todo el mundo cada mes mantendrá su nombre.

En la conferencia de realidad virtual Connect de la compañía, Zuckerberg señaló que "es hora de que adoptemos una nueva marca de empresa que abarque todo lo que hacemos".

Remarcó: "De ahora en adelante vamos a ser metaverso primero, no Facebook primero".

Desplegó una presentación de video deslumbrante que sirvió como explicación sobre el metaverso, un concepto futurista y vagamente definido que se convirtió en una palabra de moda en Silicon Valley en los últimos años.

El término metaverso había sido acuñado por el escritor de ciencia ficción Neal Stephenson en su novela publicaa en 1992 Snow Crash.

Los entusiastas lo usan para referirse a espacios virtuales inmersivos donde las personas pueden jugar, asistir a conciertos, reunirse con colegas y comprar todo tipo de bienes digitales y servicios.

"Los estándares de privacidad se integrarán en el metaverso desde el primer día", sostuvo.

"Una de las lecciones que he internalizado de los últimos cinco años es que debemos enfatizar estos principios desde el principio", puso de relieve.

Inversión en metaverso

Construir el metaverso implicará un gasto en realidad virtual y otros productos y servicios de próxima generación que le rebanará a los inversionistas $ 10 mil millones de su beneficio operativo general este año, según les había anticipado Facebook a principios de esta semana, junto con los planes para contratar a 10.000 trabajadores en Europa durante los próximos cinco años.

Diecisiete años después de que Zuckerberg fundara Facebook en su dormitorio de Harvard, la marca de la compañía se vio muy afectada por una sucesión de crisis, desde la interferencia rusa en las elecciones de 2016 hasta el escándalo de privacidad de datos de Cambridge Analytica, que se hizo público en 2018, hasta el mes pasado, las dañinas revelaciones de la ex empleada convertida en denunciante Frances Haugen.

Pero incluso cuando la compañía fue golpeada por una ola de cobertura de noticias críticas sobre los daños de sus plataformas basadas en los documentos internos de Haugen, Zuckerberg no pidió disculpas sino que mantuvo su enfoque en el metaverso, describiéndolo como la nueva "Estrella del Norte de la compañía".

Afirmó que el metaverso es la próxima gran plataforma informática a la que la atención de la gente y los dólares cambiarán en los próximos años.

Y aspira a que el Meta recién bautizado juegue un papel primordial en su creación y en convertirlo en un gran negocio.

"La creación de nuestras aplicaciones de redes sociales siempre será un enfoque importante para nosotros. Pero, en este momento, nuestra marca está tan estrechamente vinculada a un producto que no es posible que represente todo lo que estamos haciendo hoy y mucho menos en el futuro", manifestó Zuckerberg.