La importancia de la prevención del suicidio: factores y cuidados
Durante septiembre diversas iniciativas buscan generar conciencia sobre la importancia de prevenir el suicidio.
El comportamiento suicida se refiere a las acciones tomadas por alguien que está considerando o preparando la causa de su propia muerte, ya que para algunas personas este es el camino para solucionar problemáticas de la vida.
Durante este mes, se les recuerda a las personas las herramientas disponibles para identificar los comportamientos asociados a esta problemática.
Según un estudio de Stanford Medicine, la adolescencia es un período que abarca decenas de cambios tanto físicos como mentales, los cuales pueden derivar en la idea de suicidio, tanto por factores internos como la mente humana, o por factores externos como el bullying, las redes sociales o cientos de otros estímulos sociales.
Los trabajos de campos recabados de Instituto Nacional de la Salud Mental estiman que el suicidio es la tercera causa de muerte entre los 15 y 24 años de edad, debido a trastornos mentales como la depresión, el abuso de sustancias y los comportamientos agresivos y perturbadores.
Los factores de riesgo para el suicidio varían con la edad, el género, las influencias culturales y sociales, y pueden cambiar con el tiempo.
Los siguientes son algunos factores de riesgo del suicidio que pueden estar presentes:
- Uno o más trastornos mentales o de abuso de sustancias diagnosticables
- Comportamientos impulsivos
- Eventos de vida no deseables o pérdidas recientes (por ejemplo, muerte o divorcio de los padres)
- Historial familiar de trastornos mentales o abuso de sustancias
- Historial familiar de suicidio
- Violencia familiar, incluso abuso físico, sexual, verbal o emocional
- Intento anterior de suicidio
- Armas de fuego en el hogar
- Prisión
- Exposición al comportamiento suicida de otros, incluso familia, compañeros, noticieros o historias ficticias
- Señales de advertencia de sentimientos, pensamientos o comportamiento suicida
Los estudios demostraron que los programas de prevención del suicidio que tienen más probabilidad de ser exitosos son aquellos que se enfocan en la identificación y el tratamiento de enfermedades mentales y abuso de sustancias, gestión del estrés y control de comportamientos agresivos.
La observación de algunos de los siguientes comportamientos por parte de padres y cuidadores pueden ser útiles para identificar a adolescentes en riesgo de cometer suicidio:
- Cambios en hábitos de alimentación y sueño
- Pérdida de interés en actividades habituales
- Aislamiento de amigos y miembros de la familia
- Comportamientos inadecuados y escapar
- Uso de alcohol y drogas
- Descuido de la apariencia personal
- Toma de riesgos no necesarios
- Preocupación por la muerte y morir
- Sensación de aburrimiento
- Dificultad para concentrarse
- Sentimientos de querer morir
- Falta de respuesta al elogio
- Alegrarse repentinamente después de un período de depresión
- Escribir una o más notas suicidas
Las señales de advertencia de sentimientos, pensamientos o comportamientos suicidas pueden parecerse a otras afecciones físicas o problemas psiquiátricos. Esto debe ir de la mano de la evaluación psiquiátrica y el tratamiento hasta que el adolescente esté estable.