La Corte Suprema ratificó la extradición a Bolivia de un argentino condenado a 20 años de prisión por homicidio en aquel país, que se fugó de una cárcel en el vecino país y se escondió en la localidad rionegrina de General Roca hasta que fue detenido en 2018.

El máximo tribunal, por unanimidad, avaló la decisión de la justicia federal rionegrina de enviar a Bolivia al argentino (nacido en Salta) Simón Misael Cabrera Gonzales “para ejecutar el saldo de 14 años, seis meses y 17 días de pena privativa de libertad del total de 20 años impuesta, el 3 de diciembre de 2015, por el Tribunal de Sentencia Primero de la ciudad de Yacuiba, Distrito Judicial”.

Cabrera Gonzáles se fugó a mediados de 2018 de la Clínica Monserrat, en Bolivia, a la que había sido trasladado desde su lugar de detención por un supuesto cuadro de apendicitis.

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Cabrera Gonzáles –alias “Chelo”- , quien tenía domicilio en la localidad de Salvador Mazza, estaba detenido desde 2015 por un robo pero en el interior del penal mató con una mancuerna de cemento a otro recluso, por lo que fue condenado a una pena única de 20 años de prisión.

Tras la fuga del penal boliviano, Cabrera Gonzáles se casó en Salta e intentó emprender una nueva vida con su pareja en General Roca, pero los trámites que inició para abrir un comercio terminaron delatando su identidad y facilitando su detención.

La extradición fue concedida bajo la condición de que se le notifique a la Justicia boliviana “el tiempo durante el cual el requerido permaneció privado de su libertad en el marco de este procedimiento” para el eventual descuento de ese lapso de la pena total que aún debe purgar.