El edificio de Villa Crespo era la “base operativa” de la secta cuyos integrantes y líder están detenidos y acusados de aberrantes hechos. 

Toda la unidad completa fue allanada por la Policía Federal a raíz de lo decidido por el juez Ariel Lijo. Es el lugar donde vivían algunos de los imputados y también varias de las víctimas captadas por la organización con rasgos de secta.

En el noveno piso de Estado de Israel 4453/5, los efectivos encontraron una suerte de “museo” del sexo, donde se sospecha que sometían sexualmente a las víctimas a quienes obligaban a ejercer prácticas sexuales. 

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No obstante, lo que se conoce como “geishado”, que es ofrecer sexualmente a las víctimas, lo ejercían sobre todo en otros dos inmuebles, uno ubicado en Corrientes al 4900 y otro en la calle Paraguay al 900, ambos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

El edificio era habitado por muchas de las víctimas de la organización, pues se trataba de la denominada “familia biológica” quienes eran monitoreados por los líderes de la Escuela de Yoga. Según consta en el expediente, a muchas de las víctimas se les pidió mudarse a ese lugar y allí eran controlados.

También era un ir y venir de gente la planta baja, pues la Escuela de Yoga ofrecía allí “café” los martes y viernes de 20 a 21.30 horas donde intentaban captar nuevas víctimas, con charlas y talleres. Allí los responsables eran Carlos Barragán y Mariano Krawickz.

El contenido de estas clases era de conocimiento exclusivo para los miembros, quienes tenían prohibido comentar o contar acerca de ellas a la gente “de afuera”, según señala la acusación fiscal.