En diciembre próximo se cumplen en la Argentina 40 años de democracia ininterrumpida y los valores que nuestros fundadores le imprimieron a Adepa están más vigentes que nunca. La democracia y el libre ejercicio del periodismo son caras de una misma moneda. No se puede pensar la una sin el otro”, señaló Martín Etchevers, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa), durante la lectura del documento titulado "Sin Libertad de expresión no hay democracia", en el marco de la 61ª Asamblea de la entidad que agrupa a los medios argentinos, y que se está llevando a cabo en la ciudad de San Juan. El informe fue aprobado por unanimidad por los representantes de los medios de todo el país.

Adepa destacó en su informe -que incluye un anexo con los casos más graves del semestre sobre riesgos regulatorios, ataques y amenazas– que en los últimos años, el papel del periodismo fue muy importante para distinguir lo verdadero de lo falso en un ecosistema digital fuertemente intermediado por algoritmos y redes sociales, además de contaminado por mareas de desinformación desatadas o promovidas durante la pandemia, la invasión a Ucrania o los procesos electorales llevados adelante en varios países del mundo. “Las llamadas burbujas de sentido y la polarización extrema fueron subproductos de estos fenómenos, de los que plataformas y redes constituyeron un vehículo necesario”, alertó Adepa.

Carlos Azzariti, Daniel Dessein, Pablo Deluca y Martin Etchevers durante la lectura del informe en la Asamblea de Adepa que se realiza en San Juan.

En el año del cuadragésimo aniversario del retorno a la democracia en la Argentina, la entidad reflexionó sobre el papel que tuvo la prensa en ese período. “Al periodismo lo encarnan organizaciones e individuos concretos que se animan a desafiar el autoritarismo, que encienden luces sobre aquello que se quiere ocultar, que cuestionan lo que algunos difunden como dogma y que buscan explicar lo que parece ininteligible”, sintetizó Adepa, para luego destacar una serie de hitos vinculados a la democracia y a la prensa.

Reseñó allí la figura de Magdalena Ruiz Guiñazú, como miembro de la Conadep instituida por el gobierno del presidente Raúl Alfonsín, el trabajo del fotógrafo José Luis Cabezas, que terminó costándole la vida; las interminables guardias periodísticas en Catamarca que convirtieron en bisagra contra la impunidad el caso de María Soledad Morales; hasta las recientes coberturas en Chaco que visibilizaron el crimen de Cecilia Strzyzowski.

También se refirió Adepa a la serie de crónicas que ilustró a la ciudadanía cómo el gobierno argentino había vendido ilegalmente armas a Ecuador y Croacia; o cómo se habían pagado sobornos para aprobar una ley en el Senado de la Nación. Y a otros hitos, como el trabajo de un reportero gráfico, clave para demostrar el asesinato policial de Kosteki y Santillán; la revelación periodística de la trama sistemática de coimas que empresarios pagaban a funcionarios para obtener beneficios en la adjudicación de obras públicas; o la denuncia de la existencia de un vacunatorio VIP en medio de la pandemia.

Casos emblemáticos de nuestra historia reciente también tuvieron protagonismo informativo, y fueron mencionados por Adepa, como los atentados contra la embajada de Israel y la sede de la AMIA; la tragedia de Once; el incendio de Cromañón; la explosión intencional de la Fábrica Militar de Río Tercero; e incluso la Guerra de Malvinas.

El aniversario de nuestra democracia coincide con un nuevo proceso electoral, en el que lamentablemente han reaparecido descalificaciones y agravios a la prensa por parte de algunos candidatos. No obstante, una vez más la labor periodística es más relevante que nunca para que la ciudadanía pueda ejercer su derecho a elegir en libertad y con información en la mano”, aseveró Adepa en su informe. Y agregó un llamado a los candidatos: “Quienes deciden postularse a cargos electivos saben que, al aspirar a ejercer una función pública deben someterse a un mayor nivel de escrutinio y que ningún actor de la vida cívica está exento de las críticas, aunque –como ha dicho Adepa– estas puedan parecer duras y hasta injustas”.

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Es por todo ello que Adepa reiteró que el papel de la prensa está intrínsecamente ligado a la democracia, por su función de herramienta de auditoría social, de instrumento de contrastación del discurso público y de foro de expresión de las distintas opiniones de la ciudadanía. “La prensa es una piedra angular en el sistema de frenos y contrapesos republicanos. Por ello es saludable, tanto para el ejercicio democrático como para el debate ciudadano, que los representantes de las diferentes fuerzas políticas comprendan profundamente la función del periodismo”, puntualizó el informe.

Y concluyó: “No se trata de pedirles discursos complacientes ni actitudes demagógicas hacia los medios. Tampoco de escapar al cruce riguroso e intenso de ideas y opiniones. Menos de pretender que aquello que se expresa en los medios no pueda ser confrontado con oposición de hechos y ejercicio de la razón. Pero sí se trata de creer sinceramente en la función del periodismo dentro del orden constitucional, y por ende respetarla a rajatablas. De reconocer que aquello que se necesita y se aplaude cuando se está en el llano, o cuando se quiere llegar con un mensaje a la sociedad, también debe ser aceptado cuando la prensa interpela, cuestiona o desagrada”, afirmó Adepa.

Leé: Daniel Dessein: “La sociedad y el sistema democrático requieren de medios periodísticos vigorosos y una libertad de expresión dinámica”Para el cierre, el informe de Adepa hizo un llamado desde San Juan, la tierra de uno de los pocos argentinos de nuestra historia al que le cabe el perfil de estadista: Domingo Faustino Sarmiento. En referencia al prócer sanjuanino, Adepa reiteró el llamado a celebrar la democracia priorizando las numerosas cuentas pendientes en materia económica, social, educativa, cultural y moral, y aseveró: “Que nos guíe la emulación de las políticas republicanas y angulares de Domingo Faustino Sarmiento, un gran hacedor, el ejemplo de que la acción decidida de gobierno, lejos de estar reñida con el debate de ideas, encuentra en él un ámbito para su perfeccionamiento y legitimación. Como militante del papel de la prensa, a través del periodismo expuso sus ideas sobre todas las cuestiones de la vida pública de un territorio que aspiraba a organizarse como Nación, incluyendo extensamente aquellas sobre educación y cultura, que eran para él vitales”.

El informe finalizó señalando que Sarmiento encarnó el ejemplo cabal de que democracia, libertad de prensa y buen gobierno son términos que se fortalecen entre sí. “El desafío que tenemos con vistas al futuro es ser capaces de armonizar esos conceptos virtuosamente, de manera de retomar de una vez por todas la marcha hacia la prosperidad de la Nación y el bienestar espiritual y material de sus habitantes”.