Increíble, pero real: invasión de...¡vaquitas de San Antonio!
El curioso fenómenos sorprendió en algunos hogares del país y llamó la atención en redes sociales. Una científica explicó el por qué de este comportamiento de los insectos.
No es una de las Siete Plagas de Egipto, pero su presencia en gran cantidad sorprendió. Decenas de ejemplares de una especie de vaquita de San Antonio invadieron varios domicilios, lo que quedó reflejado en redes sociales.
Este fenómeno fue difundido en Instagram y Twitter, lo que llamó la atención de cientos de usuarios.
En ese mismo ámbito, además de la sorpresa, también estuvo la ciencia, de la mano de la bióloga Lu Peirone, quien explicó que la especie que se observa en el video es la vaquita asiática multicolor (Harmonia axyridis), una exótica invasora en la Argentina.
"Lo que hacen es juntarse de a muchas, buscar un lugar cálido y oscuro y acurrucarse todas juntas hasta que lleguen mejores épocas. Este comportamiento es muy común en esta especie, pero no es la única que lo hace", indicó la integrante del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV-CONICET-UNC).
Ante la llegada del frío, las vaquitas adultas "migran a los sitios en donde pasarán el invierno permaneciendo en un estado inactivo", ya sea en lugares naturales, como troncos, hojarasca, o dentro de instalaciones humanas como casas o locales comerciales.
"Al llegar la primavera, las vaquitas adultas abandonan sus hogares de invierno y volvemos a verlas en campos, jardines y otras áreas con vegetación, donde se aparean durante los meses de primavera y verano. Aquí se alimentan principalmente de pulgones y cochinillas, pero también de otros insectos como ácaros, psílidos, gorgojos, polillas y chrysomelidos", añadió.
A través de su cuenta de Instagram, la científica señaló qué se debe hacer ante estas "invasiones".
"Este caso en particular es difícil porque se trata de una especie exótica (no-nativa) que se ha vuelto una amenaza para las 160 especies de vaquitas nativas que habitan la Argentina. Se reproducen más, compiten por el alimento y hasta se ha observado que puede predar a las otras vaquitas. O sea que controlarlas sería una opción, ecológicamente hablando", manifestó.
Y agregó: "Pero si te da pena, o no sabes diferenciarla de la nativa, podés llevarlas afuera a algún lugar protegido del viento y la lluvia donde puedan pasar el invierno".