Serios incidentes se produjeron pasadas las 20:30 frente a la comisaría de Ramos Mejía: un grupo de vecinos enardecidos comenzaron a arrojar botellas contra la Policía y estos respondieron con balas de goma y gases lacrimógenos.

Hubo corridas y empujones. Al menos un policía resultó herido y un camarógrafo de tevé sufrió un corte en la cabeza.

La masiva protesta en reclamo de justicia y seguridad por el clima de Roberto Sabo había comenzado con algunos forcejeos y empujones. A medida que fueron llegando manifestantes, el refuerzo policial frente a la comisaría, sobre Avenida de Mayo, se hizo más amplio.

Los incidentes habrían comenzado cuando la policía decidió quitarle una bandera a los padres de una víctima que se manifestaban pacíficamente frente a las fuerzas de seguridad. El video de ese accionar se hizo viral.

En medio de los reclamos de los vecinos y otros familiares de víctimas de la inseguridad volaron algunas botellas y la policía respondió con balas de goma y gases lacrimógenos. Eso desató corridas y más furia de los vecinos que comenzaron a gritar "que se vayan todos, que no quede ni uno solo".

El objetivo de los uniformados era lograr que los manifestantes que estaban pegados al vallado retrocedieran, por lo que efectuaron disparos disuasivos.

Luego de la dispersión de las personas, se registró la quema de un contenedor, aunque la protesta se mantuvo vigente y en un momento determinado las personas quedaron cara a cara con los agentes.

En ese momento volaron botellas, se escuchaban los estruendos y ruidos de vidrios rotos y había más corridas, mientras un jefe policial pedía calma, algo a los que se sumaban  ciertos manifestantes, quienes intentaban calmar los ánimos de otras personas.

Incluso, mujeres, adultas mayores ellas, les explicaban a los vecinos que los agentes no tenían la culpa, ni nada que ver con lo sucedido. A pesar de ello, algunos manifestantes arrojaron bombas de estruendo a la Policía y seguían los aplausos.

Sin embargo, momentos después había una bandera que tenía el nombre de Zaira Rodríguez, a quien mataron en un robo en noviembre de 2018, y tras ser arrancada por un policía de las manos de los vecinos, volvió a generarse la bronca de la gente en la marcha.