La Corte Suprema dejó firmes las condenas a cuatro años de prisión y ocho de inhabilitación para un grupo de ex funcionarios y policías rionegrinos acusados por la represión que causó la muerte de dos manifestantes que protestaban por el asesinado del adolescente Diego Bonefoi en cercanías de Bariloche en 2010.

Bonefoi, de 15 años de edad, fue asesinado por un policía rionegrino el 17 de junio de 2010 y el crimen causó una masiva protesta de vecinos que también fue reprimida por las fuerzas de seguridad. En esa represión resultaron muertos otros dos jóvenes, Nicolás Carrasco, de 16 años, Sergio Cárdenas.

El autor de la muerte de Bonefoi, el policía Sergio Colombil, fue condenado a 20 años de prisión por el asesinato, pero aún quedaban pendientes las situaciones del entonces secretario de seguridad, Víctor Cufré; de los jefes policiales Argentino Hermosa y Jorge Villanova y de los agentes Darío Pil, Marcos Rubén Epuñán y Víctor Hugo Sobarzo.

Todos fueron condenados a cuatro años de cárcel de cumplimiento efectivo, pero sus defensas apelaron hasta llegar a la Corte Suprema, que en su último acuerdo rechazó los recursos y dejó firmes las penas.  Todos fueron condenados por las muertes de Cárdenas y Carrasco y por las lesiones que sufrieron otros 13 manifestantes que protestaban por el crimen.

La condena incluye ocho años de “inhabilitación para ejercer cargos públicos y/o toda actividad que implique o suponga la dirección, uso o manejo de armas”. El máximo tribunal ratificó las condenas por los delitos de “incumplimiento de los deberes de funcionario público, homicidio culposo y lesiones culposas (leves y graves) y homicidio en riña, agravado por el uso de arma de fuego”.