Una persona con VIH fue a bailar a una fiesta en el centro porteño y vivió un desagradable y violento momento cuando uno de los patovicas le hizo tirar unas pastillas que sospechaba que era droga, pero en realidad se trataba de medicación retroviral para su diagnóstico.

El hecho se registró el pasado sábado en la denominada "Fiesta Dorothy", que se realizó en el reconocido Palacio Alsina y que congregó, principalmente, a cientos de jóvenes gays.

A la hora de entrar al establecimiento, un empleado de seguridad del lugar revisó las pertenencias de una persona y encontró unas pastillas.

Al sospechar que se trataba de estupefacientes para consumir o vender en la fiesta, el "patovica" la amenazó y obligó a que arrojara los comprimidos en un líquido, para así asegurarse de su eliminación. Sin embargo, las pastillas no eran droga, sino que se trataba de medicación retroviral, ya que la persona es paciente con VIH.

La incómoda situación se produjo frente a todos los que aguardaban en la fila para ingresar al establecimiento. El hecho provocó la indignación de la persona que intentaba asistir a la fiesta, que se negó a arrojar sus comprimidos y se retiró del lugar.

Al respecto, la Red Argentina de Jóvenes y Adolescentes Positivos (RAJAP) alertó que este tipo de episodios significan "una violación a la confidencialidad del diagnóstico" y "evidencian la falta de información y capacitación".

"Repudiamos enérgicamente los hechos de violencia contra las personas que viven con VIH. Denunciamos también los actos de violencia homoodiante sucedidos en Palacio Alsina", señaló la entidad a través de sus redes sociales, a la vez que reclamó que tanto el lugar como los organizadores de la Fiesta Dorothy "se pronuncien al respecto".