La búsqueda del cuerpo de Cristian Schaerer, cuyo paradero se desconoce desde el 2003 cuando fue secuestrado en Corrientes, finalizó con resultados negativos en un arroyo de la localidad brasileña de Uruguayana.

El encargado de confirmar el fracaso del rastrillaje efectuado en el lugar señalado por un informante fue el fiscal federal de Corrientes Flavio Ferrini.

Según aseguraba ese informante de identidad reservada, el cadáver del joven había sido arrojado en el arroyo Imboa de Uruguayana, un afluente del río Uruguay.

Cristian Schaerer fue secuestrado en la puerta de su casa de la capital correntina en septiembre de 2003 y nunca más se supo de él pese a que la familia en su momento pagó un rescate exigido por los captores.