El fiscal Leonel Gómez Barbella pidió la detención de otro policía de la Ciudad por el crimen y posterior encubrimiento del joven futbolista de Barracas Central Lucas González, pero la jueza a cargo del expediente en primera instancia lo rechazó.

El fiscal pidió la detención del oficial Daniel Guffanti, de la Comisaría Vecinal 4 D de la Policía de la Ciudad, y reclamó también el secuestro de sus teléfonos celulares.

Se basó, para ello, en que los datos de posicionamiento ubicaron Guffanti en el lugar en el que se reunieron otros policías, Gabriel Isasi –acusado directamente por el homicidio- y Facundo “Cachorro” Torres, el último detenido, sospechado de haber provisto el arma de juguete plantada en la escena del crimen.

El fiscal consideró que “en virtud del rol jerárquico que ostentaba sobre Torres, de ningún modo Guffanti pudo ser ajeno a las maniobras que desarrollaron sus subalternos”.

La jueza Peluffo reconoció que “la presencia de Guffanti en el lugar se encuentra fuera de discusión, del mismo modo que se acreditó en el legajo la llegada de otros tantos agentes, que arribaran en distintos móviles y motovehículos al lugar del hecho”.

Pero la hipótesis del fiscal respecto de que “no pudo ser ajeno a las maniobras que desarrollaron sus subalternos” –según la jueza- “no encuentra respaldo en ningún elemento probatorio obrante en el sumario”.

“Toda vez que no se indicó prueba o dato objetivo alguno que relacione a Guffanti con los hechos que se investigan, no es posible acompañar la postura que se asume sobre el nombrado”, sostuvo la jueza al rechazar el pedido de detención e indagatoria.

Por otra parte, el abogado Martín Francolino Stagno, quien defiende al último detenido –Torres- pidió hoy la excarcelación por entender que “se encuentra vinculado a la presente causa por el único hecho de que ha sido mencionado por declaraciones formuladas por uno de los agentes policiales sometidos a este proceso”.

En efecto, Torres fue involucrado en la causa por el detenido inspector de la Policía de la Ciudad Héctor Cuevas, quien lo señaló como el aportante del arma de juguete colocada en el vehículo de las víctimas para simular un enfrentamiento que no existió.

“No puedo dejar de hacer mención la falta de solidez probatoria por la cual mi asistido ha sido detenido”, subrayó el defensor.

Además, se quejó por la forma en que es tratado Torres desde su detención: “ha permanecido en la Superintendencia de Investigaciones Federales, sin que su familia lo pueda visitar, ni yo, su propio abogado defensor, violándose así el derecho de defensa”.

La jueza Peluffo dispone de un plazo de 24 horas para resolver si le concede o no la excarcelación.