El año termina con varios días de altas temperatura en gran parte del territorio argentino, que registraban máximas de entre 35 y 40 grados, además de mínimas elevadas.

El calor intenso cubría desde el norte del país a la zona septentrional de la Patagonia. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) mantenía en alerta naranja por olas de calor el sudeste y el noreste de Mendoza, el oeste de La Pampa, el norte de Río Negro, el este de Neuquén.

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Mientras que en alerta amarilla se incluía al este de Río Negro, el sur de Neuquén, centro y norte de la provincia de Buenos Aires, además de la Capital Federal, el sur y centro de Santa Fe, el sudoeste y el centro de Entre Ríos, centro y este de Córdoba y el centro y sudeste de Santiago del Estero.

El SMN indica para el alerta naranja, que las temperaturas "pueden ser muy peligrosas, especialmente para los grupos de riesgo", mientras que para el nivel amarillo, se advierte que pueden afectar "sobre todo para los grupos de riesgo, como bebés y niños pequeños, mayores de 65 años y personas con enfermedades crónicas".

No obstante, en la ciudad de Buenos Aires, por el momento no se iba a cumplir la norma estricta que podría inducir a una ola de calor. Es que la temperatura mínima tiene que estar por encima de los 25 grados durante tres días seguidos y eso, de acuerdo con el pronóstico del SMN, ocurrirá entre miércoles y jueves, con máximas de entre 26 y 37 grados.

Según indicó el meteorólogo Christian Garavaglia en su columna del sitio Meteored, "la presencia de una circulación regional de cuña (altas presiones) establecida en altura sobre el centro y norte del país fomenta este tipo de situaciones típicas para esta época del año, con solo algunas pequeñas perturbaciones capaces de generar breves periodos inestables que, en combinación con las elevadas temperaturas, pueden favorecer localizados chaparrones y/o tormentas con escasos milímetros de agua".

De acuerdo con el experto, "el factor clave esta semana no serán las precipitaciones sino las altas temperaturas, con marcas promedio para este tramo final del año que estarán varios grados por encima de lo esperado en el centro y norte de la Argentina. Esto puede configurar un evento de ola de calor para varias localidades del país".

No obstante, se espera un alivio para el próximo año nuevo, cuando el paso lento de un débil frente frío podría provocar algunas lluvias en la ciudad de Buenos Aires y otras partes del país, además del descenso de algunos grados.

En el AMBA se esperan mínimas de alrededor de 21 grados y máximas apenas encima de los 30, una temperatura agradable para enero, en los tres primeros días del año.