Una familia de la ciudad santafesina de Santo Tomé se salvó de una tragedia luego de que el padre usara un arma para disparar a modo de “fuegos artificiales” tras el triunfo de la Selección argentina frente a Polonia en el Mundial. La bala impactó en su propio hijo de 8 años.

Aunque el proyectil no comprometió ningún órgano vital, le provocó una gran pérdida de sangre, por lo que fue trasladado de urgencia a un hospital de la zona.

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Medios locales informaron que el padre del menor estuvo con él durante el traslado en la ambulancia, pero una vez que fue ingresado a la guardia se dio a la fuga y hasta el momento se encuentra prófugo. 

La víctima ya está fuera de peligro y acompañado por su madre.

El hecho ocurrió este miércoles minutos después de las 18:00 en la calle Castelli al 4.500, de barrio Villa Adelina, provincia de Santa Fe.