Ante la falta de licencia social para llevar adelante la exploración y explotación offshore en el Mar Argentino, un documento filtrado en el mes de junio de este año titulado “YPF: Exploración offshore con licencia social,” da cuentas de la estrategia de marketing diseñadas por el consultor Sergio Melzner, crítico para los que se oponen al avance de la explotación petrolera prevista a 300 kilómetros de la ciudad de Mar del Plata.

YPF, Shell y la empresa noruega Equinor se asociaron para la explotación petrolera en la Cuenca Argentina Norte y pretenden iniciar las tareas de explotación petrolera en el segundo semestre de este año a pesar de no contar con la aprobación de la ciudadanía. Quedó demostrado en el documento filtrado donde, entre los puntos principales, se expone que el proyecto no cuenta con licencia social para avanzar debido a que “reclamos sociales y medidas cautelares complicaron el avance”.

Los argumentos de la sociedad civil que rechazan el avance del proyecto llegaron a la justicia y se encuentran respaldados por investigaciones:  Se advierte el peligro de un derrame de petróleo en el mar argentino -tal como lo indica un estudio de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires-;  se manifiesta los perjuicios en la actividad pesquera y turística que puede ocasionar el probable derrame de petróleo, y al mismo tiempo, advierte sobre las consecuencias negativas que las explotaciones en el mar provocarán en el ecosistema marino, entre otros puntos críticos.

Al momento, existe un recurso de queja extraordinaria presentado directamente ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), pero no tiene un efecto suspensivo. A su vez, se encuentra en curso el Amparo presentado en 2022 por organismos y organizaciones socio ambientales de la ciudad costera contra el proyecto de exploración y explotación offshore ante el Juez de primera instancia Santiago Martín.

El 1 de agosto se presentó otra medida cautelar ante la Justicia Federal por parte de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), para que “la Secretaría de Cambio Climático de la Nación suspenda las autorizaciones de exploración sísmica y la explotación de gas costa afuera (offshore) en todo el mar argentino hasta tanto se evalúen sus impactos acumulativos y climáticos y se publiqué una evaluación ambiental estratégica”.

¿Qué dice el documento filtrado? ¿Cómo afecta la continuidad del proyecto?

“El documento filtrado demuestra cómo se buscó “ridiculizar” la protesta ambiental a través de brindar argumentos falsos, influir y modificar la percepción negativa que la gran mayoría de los ciudadanos tenía sobre el proyecto extractivo”, explica Gonzalo Vergez, abogado ambiental y miembro de la Asociación Argentina de Abogados y Abogadas Ambientalistas.

“La consultora, lo primero que realiza es una evaluación de la escena actual, donde manifiesta que no hay licencia social para el avance del proyecto”, analiza.

Y enseguida detalla: “En el marco del Amparo que se lleva acabo frente al proyecto de exploración y explotación offshore presentado ante el juez de primera instancia Santiago Martín, hemos puesto en conocimiento este nuevo hecho junto a diversas organismos y organizaciones socio ambientales costeras, cuestionando el accionar por parte de YPF y la estrategia que quedó al descubierto con la filtración de un documento, intenta modificar e influir sobre la opinión pública. Explicamos frente al juez por qué con este documento se estaba vulnerando el derecho de acceso a la información pública, entre otras cuestiones, y ahora se encuentra a la espera de una resolución”.

Exploración Offshore en el Mar Argentino: ¿se puede frenar el proyecto?

Asimismo, el documento indica que “para debilitar a aquellos que movilizan en contra, debemos trabajar no solo sobre el contenido de lo que plantean sino también sobre la percepción del reclamo” ¿Y cuál es la estrategia para eso? “Convertir esa moda en un miedo profundo de quedar en ridículo, empatándolo con los reclamos más descabellados y con las formas más incómodas”, detalla el documento. 

Ante la noticia de filtración del documento, desde Greenpeace Argentina también se pronunciaron: “A pesar del constante rechazo de la población, el estado argentino y las empresas petroleras pretenden avanzar con el desarrollo de la industria offshore de hidrocarburos en el Mar Argentino. Estos proyectos no benefician a nadie más que a las corporaciones involucradas y sólo traen destrucción a lo que nos brinda vida, alimento, trabajo, salud y biodiversidad.  Sin embargo, la empresa petrolera estatal YPF usaría fondos públicos para estigmatizar y dejar a activistas ambientales vulnerables a ataques”.

Descarbonización y la urgencia de una clase ecológica

Desde la Asamblea Mar Libre de Petroleros, Juliana Orihuela se suma a la discusión y dice a NA que “en el proyecto petrolero no hay grieta. Los políticos y autoridades en la que la ciudadanía delegó la responsabilidad en las últimas décadas vienen ignorando completamente los compromisos ambientales asumidos por nuestro país (como es el caso del Acuerdo de París entre otros), que se han firmado para intentar mitigar los efectos del calentamiento global".

Respecto las posturas negacioncitas sobre el cambio climático, advierte que “ya no existe legitimidad que sostenga a los negacioncitas, puesto que en esto últimos meses, que vienen siendo los más calientes del mundo, la conversación sobre el calentamiento global se ha instalado de vuelta en las agendas globales”.

Lastimosamente, el caos climático que hemos generado con nuestra forma de producir ya es una realidad y así lo afirmó Guterres, el Secretario General de la ONU durante el mes de julio, cuando dijo que ya había que dejar de hablar de calentamiento global para pasar a la era de ebullición global:  Tanto en la Argentina como en muchos lugares del mundo, los movimientos socio ambientales están pidiendo que no se autoricen nuevos proyectos de extracción de petróleo porque va totalmente en contra de la necesidad urgente de bajar la temperatura de la tierra y dejar de emitir gases de efecto contaminante”, concluyó.

En relación a la continuidad de la explotación de hidrocarburos que se sigue proponiendo como “progreso” o “salida de las crisis” -a pesar de los reiterados pedidos de organismos internacionales que avalados por la ciencia llaman a descarbonizar la economía, Vergez aporta su mirada: “Retomo un poco las palabras de la socióloga Maristella Svampa para decir que es prioritario que se produzca un consenso de descarbonización y de transición energética justa y popular. Para eso, es necesaria una política efectiva de descarbonización donde exista acuerdo en que la salida no sea a través de la explotación de gas natural como se está proponiendo, sino que la transición sea más radical, justa y equitativa.

"Con esto quiero decir que los países del Sur global no deberían ser los responsables del pago de la transición energética de países desarrollados, conocidos como los del Norte global, que es lo que se está proponiendo hasta el momento. Que no sean países como nosotros, los responsables a través del Litio y la explotación de hidrocarburos de dar la energía suficiente a los países del Norte para que ellos sí puedan hacer su transición. Porque lo que va quedar en el Sur es un enorme pasivo ambiental, con mínimas regalías (hablamos del litio del 3% y del mismo porcentaje en hidrocarburos) y con consecuencias catastróficas no solo para la cuestión ambiental, sino para la economía", agrega en detalle.

 --¿Qué deberíamos exigir a la próxima clase política? Según la Asamblea Mar Libre de Petroleras no hay grieta para el extractivismo, ¿estás de acuerdo?

-En general, la cuestión de la transición energética se encuentra en agenda en la gran mayoría de los gobiernos del mundo (incluida la Argentina) pero de un modo mucho más paulatino de lo que efectivamente requiere el escenario actual. En el país, para el oficialismo la salida es a través del litio, lo mismo que para Juntos por el Cambio. En el caso de Milei ni siquiera está en consideración la cuestión ambiental porque la niega.

De cualquier forma, lo que sucede es que ahí existe una enorme vulneración a los territorios de los pueblos originarios, que es donde se encuentra la gran mayoría de las fuentes de litio. La lógica es similar para la explotación de hidrocarburos y el manejo de represas. No parece haber signo de que la próxima clase dirigente se fuera a ocupar de provocar un cambio en las prácticas extractivas que siguen profundizando la crisis climática.

Lo que se necesita de manera imperiosa, creo, es la conformación de una clase política ecológica (o un movimiento ecológico global, integrado) que contenga a la multiplicidad conflictos socio ambientales que hoy afectan a todo el planeta, que nos permita reunir la suficiente fuerza para ejercer presión desde la política hacia las decisiones de los distintos gobiernos del mundo. No sé si es una utopía ya que vamos camino a eso, pero estamos llegando tarde.