A partir del viernes 18, los teatros, cines y otros espacios culturales de la Ciudad de Buenos Aires, que hayan logrado sobrevivir a la fecha a las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus, podrán funcionar con una capacidad máxima al 30% de su capacidad de sala cumpliendo todos los protocolos vigentes.

El impacto del Covid-19 en las industrias culturales en la Argentina, que emplean a una gran cantidad de trabajadores, ha sido devastador. Se trata del tercer sector de la economía más afectado en términos generales, desde fines de marzo de 2020, cuando comenzaron las restricciones, sólo superado por el ítem de hotelería y gastronomía y por la industria de la construcción.

Las medidas de contención del virus que produce el Covid-19, dictadas durante más de un año, llegarán a su fin gradualmente a partir del próximo viernes para este sector y dejarán, tras de sí, un número significativo de cierres de salas de cine y teatro potenciado por la aceleración de la digitalización de la vida cultural que se manifiesta en el consumo de todo tipo de plataformas de streaming.

La crisis se puede poner en números macroeconómicos. En un año hubo una caída del 27% del Valor Agregado Bruto (VAB), que mide el valor total del conjunto de bienes y servicios creado por un sector de la economía, que terminó por impactar, de manera negativa, en la producción total de la economía nacional.

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires esa caída se nota más que en las provincias agropecuarias o en aquellas donde los servicios y el entretenimiento no tienen tanta incidencia.

Enrique Avogadro, ministro de Cultura porteño, es consciente de esta debacle y, en un diálogo con NA, afirmó: “Está muy golpeado el sector y el Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, destacó en su última conferencia el esfuerzo que han hecho los trabajadores y trabajadoras de la cultura durante todo este tiempo y, además, la forma en la que se desempeñaron cuando pudieron trabajar con estrictos protocolos y lo hicieron de forma segura y responsable”.

Enrique Avogadro.

Se refería a lo que sucedió durante un par de meses antes que estallara la segunda ola de Covid-19 en abril pasado cuando, pese a las protestas de los funcionarios de su ministerio y de los artistas y empresarios del sector, se debió cerrar por las medidas dictadas en el decreto firmado por el presidente Alberto Fernández para la región del AMBA.

Si bien los museos estuvieron abiertos por seis meses con muchas restricciones los teatros y cines apenas llegaron a cortar tickets durante dos meses.

NA: La industria cultural parece tener una mayor trascendencia en la Ciudad que en otras provincias esta flexibilización de los cierres ¿representa un acto de reconocimiento?

- Si lo es. Es un acto de reconocimiento para todos los actores del sector por el esfuerzo demostrado. Es un rubro muy importante, que genera empleo genuino y que, además, conlleva un valor simbólico, muy importante para nuestra sociedad porque la cultura es una parte intrínseca de nuestra identidad. Así que sabemos que falta mucho pero, evidentemente, empezamos a ver una luz al final del túnel, ojalá se mantenga y nuestra expectativa es seguir acompañando al sector.

NA: ¿Van a continuar con los planes de ayuda para los trabajadores de la cultura?

- A lo largo de este año y medio de pandemia ha habido una serie de ayudas económicas para el sector cultural. Ahora mismo, está abierta la posibilidad de participar de la convocatoria de mecenazgo que acompaña a más de 1.400 proyectos culturales y la semana próxima tenemos previsto anunciar una serie de nuevas convocatorias que lo que buscan es ayudar al sector y consolidar la vuelta a la presencialidad. Pero insisto, el escenario parece ser un poco más optimista y en lo personal estoy muy contento por la relevancia que tiene la cultura para la Ciudad de Buenos Aires.

NA: Los teatros oficiales de la Ciudad son muy importantes y supongo que pueden tomarse como una referencia para el sector privado. ¿Cómo van  a trabajar en el sector público que tiene nombres propios de mucho prestigio como el teatro Colón o el San Martín?

- Primero destacar el compromiso de nuestro equipo en el Colón y en el San Martín pero también en todos los espacios culturales. Son espacios que hoy están colaborando con el combate de la pandemia. En el teatro Colón hay un sector para detectar casos de Covid y el teatro San Martín, lo hemos abierto desde la semana pasada, como vacunatorio para llegar lo más rápido posible a inocular a la gente que se inscribe. Ahora bien, el año pasado cuando se regresó brevemente, también al 30% de la capacidad, el teatro San Martín fue el primero en volver a escena. El teatro Colón también tuvo presencia del público al abrir la temporada con un homenaje a Astor Piazzolla que fue extraordinario. Luego debimos cerrar y, a partir de este anuncio, nuestra expectativa es que el teatro público sea parte de este retorno y que sea un acompañamiento y un estímulo al sector teatral privado e independiente que es tan vital e importante para la Ciudad.

NA: El consumo de cultura parece haber cambiado rápidamente con  los nuevos hábitos que permite la digitalización. Aumentó el consumo de sitios web de entretenimiento y ¿qué evaluación hacen desde la Ciudad con las experiencias de sus plataformas?

- Parte de lo que nos deja de aprendizaje la pandemia es como aprovechar la tecnología para conectarnos, en nuestro caso lanzamos Vivamos Cultura que es una plataforma de cultura pública e independiente de acceso gratuito en el país y es un aprendizaje que nos permite ampliar el acceso a los servicios culturales, llegar a más personas y es una tendencia que llegó para quedarse. Entendemos que van a convivir  de manera híbrida actividades presenciales con las virtuales, lo vemos como una oportunidad que no reemplaza de ninguna manera la experiencia mágica de estar en una sala a oscuras disfrutando de una película o de una obra de teatro o un recital pero el BAFICI se desarrolló de esa manera. Si bien se realizó de manera presencial, con un aforo limitado, pudimos ofrecerlo de manera gratuita, por primera vez, para todo el país a través de Vivamos Cultura y los mensajes que nos llegaron desde provincias del norte y del sur son muy emocionantes y nos alientan a seguir apostando por la virtualidad sin descuidar la presencialidad que tanto esperamos.