Encuentros sexuales: se incrementaron en un 35% entre parejas no convivientes
El aumento de la frecuencia sexual tendría relación con el teletrabajo debido a que disponen de más oportunidades para encontrarse, inclusive dentro de los horarios laborales.
Los encuentros sexuales entre parejas no convivientes se incrementaron en un 35% desde el fin del aislamiento social preventivo y obligatorio, mientras que las parejas casadas o convivientes no modificaron significativamente la frecuencia de sus relaciones, según un estudio privado.
El informe indica que en los últimos meses se registró un aumento en la actividad sexual con respecto a abril 2020, principalmente entre personas que no viven juntas.
Este último segmento incrementó un 35% sus encuentros con fines sexuales, seguido por las personas solteras con un 26%, mientras que entre personas convivientes sólo se dio un incremento del 4% en las relaciones íntimas.
Los datos surgen del estudio "Género, sexualidades y salud sexual" realizado en diciembre pasado por la consultora IFOP para la web de encuentros extraconyugales Gleeden.
El aumento de frecuencia en los encuentros sexuales tendría relación con el teletrabajo: de acuerdo a los consultados en el informe, esa modalidad de trabajo fue clave para el incremento de la frecuencia sexual principalmente en menores de 25 años debido a que disponen de más oportunidades para encontrarse, inclusive dentro de los horarios laborales.
En el estudio se indicó que "para muchos, el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio entre marzo y noviembre de 2020 fue muy complejo y la vida sexual, el erotismo y el romance con la pareja habitual pasaron a segundo plano".
"Muchas personas, para escapar de la rutina y las malas noticias, empezaron a recurrir a plataformas de citas digitales", se afirmó, y en ese sentido se indicó que en Gleeden, a mediados del ASPO, se registró un aumento del 160% en conexiones.
Este resurgimiento de la actividad sexual "en un contexto de desgaste psicológico generalizado, también puede interpretarse como la necesidad de llenar un vacío emocional agravado por la escasez de relaciones sociales", opinó François Kraus, de IFOP.
Y agregó: "Nuestros datos demuestran que en tiempos de desastre, el sexo, solo o en pareja, puede constituir una conducta compensatoria que permita descomprimir ante situaciones de ansiedad".