Un joven contador de 29 años, que estaba siendo buscado desde el miércoles por la tarde en la ciudad de Paraná, fue encontrado muerto en un descampado de la zona oeste de la capital entrerriana.

Según las primeras informaciones publicadas en la prensa local, el cadáver de Gonzalo Calleja fue encontrado en el descampado ubicado en la calle Juan Báez al final de la ciudad de Paraná, minutos antes de que se cumplan las 24 horas del último contacto que tuvo con su familia y su novia.

La última comunicación telefónica de Calleja con su novia fue a las 16:30 del miércoles, y su familia hizo la denuncia por su desaparición, luego de que este no concurriese al gimnasio ni al lugar donde iba a ir a ver el partido con unos amigos.

Tras la denuncia y gracias al rastreo satelital de su correo, se logró localizar su auto cuyo recorrido iniciaba en su casa y terminaba donde fue encontrado abandonado este miércoles por la noche, en las inmediaciones a los barrios 1º de Julio y 30 de Octubre.

En diálogo con Elonce TV el jefe de la comisaría cuarta de Paraná, Diego Cáceres, confirmó que dentro del vehículo que está siendo peritado se encontraron "nueve mil dólares".

Luego del hallazgo del auto, este jueves por la mañana comenzaron los operativos de rastrillaje en el lugar y sus alrededores, los que terminaron con el hallazgo del cadáver.

La familia del contador ya reconoció el cuerpo, que tendría un golpe en la frente, aunque todavía no se realizó la autopsia correspondiente.

Al momento de su desaparición, Calleja, de 1,80 metros de altura, pelo rubio/castaño, vestía camisa a cuadros celeste y blanca, chaleco negro y zapatillas negras.

Fueron dos ciclistas quienes lo hallaron en el descampado y luego llamaron a la Policía provincial.

A partir de ahora deberá trabajar un gabinete de criminalística completo para determinar si el joven fue secuestrado, golpeado y torturado, si hay heridas de bala o arma blanca, y cuántas personas podrían haber participado del hecho, en caso de tratarse de un asesinato.

Calleja era contador público, trabajaba para una empresa constructora, y también se dedicaba de manera informal a hacer cambio de dólar, aunque generalmente con personas conocidas o recomendadas.

Tras su desaparición, su vehículo fue encontrado cerrado y sin signos de haber sido violentado, en una calle de la capital entrerriana.

Sin embargo, según relató su familia, estaba estacionado en una posición "muy muy extraña", de forma descuidada, casi abandonado, y en una zona de la ciudad que el joven no solía frecuentar.

En la guantera del auto la policía halló 9.600 dólares y se sospecha que llevaba un total de 15.000 de la moneda norteamericana.

Existen dos posibilidades ahora bajo investigación: por un lado, que el auto fue una escena secundaria del crimen, que fue colocado en ese sitio, con el dinero dentro, para despistar; la otra posibilidad es que Calleja haya pactado un encuentro, llegó hasta ese lugar y allí se subió a otro vehículo.

El cuerpo fue hallado a 8 kilómetros de donde había aparecido su automóvil.