Eligieron a los 12 miembros del jurado popular para el juicio contra el femicida que se cree gato
El hombre se encuentra preso por haber matado y enterrado en el patio de su casa a su madre y a su tía cuando lo fueron a visitar a la provincia cuyana.
Los doce ciudadanos que integrarán el jurado popular que decidirá la suerte del israelí Gil Pereg fueron elegidas hoy y a partir de este martes se iniciará el debate por el doble femicidio que se le imputa.
Pereg, de 40 años, el hombre que se cree gato, se encuentra preso por haber matado y enterrado en el patio de su casa a su madre Pyrhia Sauroussy, de 63, y a su tía Lily Pereg, de 54, en enero del 2019 en Guaymallén.
Esta mañana se realizó en el Salón de Usos Múltiples del Polo Judicial Penal, bajo la supervisión de la Jueza Técnica Laura Guajardo, la selección de jurado con la participación de las partes.
Estuvieron presentes Fernando Guzzo y Claudia Ríos por la fiscalía de Homicidios; la querella representada por Claudia Vélez; y la defensa técnica a cargo de Maximiliano Legrand y Lautaro Brachetta.
Todos los mencionados asistieron al sorteo y realizaron las recusaciones estipuladas por ley, según se informó desde el Poder Judicial de Mendoza.
A continuación, la jueza Laura Guajardo tomó juramento a los 12 jurados titulares y 4 suplentes.
Sobre Pereg pesan dos imputaciones: homicidio agravado por el vínculo en relación a la muerte de su madre, Phyria Saroussy, y homicidio agravado por el uso de arma de fuego en relación a su tía, Lily Pereg.
El jurado popular quedó conformado por una ama de casa (de 38 años), una diseñadora industrial (35), una peluquera (31), una empleada doméstica (33), una psicóloga (26), una gastronómica (46) , dos mecánicos (24 y 23), dos metalúrgicos (44 y 32), un empleado (42) y un desocupado (21).
Como jurados suplentes resultaron sorteados una docente (35), una trabajadora autónoma (46), un operario de bodega (31) y un empleado gráfico (34).
Pereg no estuvo presente en el recinto de selección por decisión propia, pero siguió las instancias desde un calabozo ubicado en el subsuelo del circuito independiente de detenidos, en el mismo Polo Judicial Penal.
Este martes, desde las 9:00 tendrán lugar los alegatos de apertura que la fiscalía, la querella y la defensa técnica ofrecerán al jurado popular.
Esta instancia será transmitida en vivo a través del canal del Poder Judicial de Mendoza en YouTube.
El jurado popular comenzará a juzgar a Pereg por los crímenes de ambas mujeres israelíes, quienes tras ir a visitarlo a la localidad mendocina de Guaymallén fueron halladas asesinadas y enterradas en enero de 2019 en el predio donde él vivía.
El juicio se llevará a cabo con estrictas medidas de seguridad, sin público ni prensa en la sala de debate y el ciudadano israelí, será juzgado por haber actuado con alevosía en los asesinatos, fraguar la desaparición de sus familiares y esconder los cuerpos y, en caso de ser declarado culpable, podría recibir la pena máxima de 50 años en prisión.
El debate comenzará después de tres años de investigación y acumulación de pruebas, en la que la defensa del único acusado intentó retrasar con apelaciones y pericias que pretendían demostrar que Gil Pereg padecía una enfermedad mental y era inimputable, pero no lo logró.
El jurado popular estará integrado por 12 vecinos del Gran Mendoza que deberán definir si el israelí es culpable o inocente y antes escucharán a cerca de 50 testigos, con las pruebas centrales como los cuchillos con los que cometió los asesinatos, las manchas de sangre en su ropa y el ocultamiento de los cuerpos.
El acusado convivía con una docena de gatos y perros, a los que tenía en malas condiciones de alimentación y rodeado de basura y excremento y cuando la Justicia allanó su casa en busca de las mujeres desaparecidas, descubrieron la imagen de varios cadáveres de gatos disecados cerca de una parrilla.
El juicio será seguido por medios internacionales que estuvieron pendientes del caso ya que la tía del femicida, Lily Pereg, era una reconocida catedrática de microbiología en la Universidad de New England en Australia, mientras que la madre del acusado, Pyrhia Saroussy, trabajaba como funcionaria de un ente recaudador israelí.