El triste final de la "casita municipal" del Parque Avellaneda
La pandemia del coronavirus detonó el "trabajo remoto". Una sede municipal del Parque Avellaneda quedó vacía. Ingresaron intrusos. Sintieron frío. Todo ardió.
Un triste final tuvo una antigua "casita municipal" del Parque Avellaneda, ubicada sobre el paseo público, sobre Lacarra, muy cercana al mítico bar (convertido en ONG) "La Alameda", en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La imagen más o menos original de la casa, pintada de verde, es la de la foto principal de esta nota.
Cronistas barriales informaron a Noticias Argentinas, que la construcción, que ha servido como oficina de trámites municipales, fue invadida últimamente por intrusos.
Aquellos que ingresaron habrían aprovechado el vacío que propició la pandemia del coronavirus, con los empleados del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires trabajando "remoto" a causa del aislamiento.
"Los vecinos estaban en alerta, llamaron al 147, al 108, pero nada", cuentan las voces bien informadas del barrio cuando se les pregunta a los vecinos cercanos qué sucedió allí.
A la casa habrían ingresado personas sin techo que deambulan por la zona.
Vecinos que presumen de saberlo todo acotan que durante las noches, los "intrusos", se entregaban a la ingesta de bebidas alcohólicas.
El sábado por la noche, un frente frío invadió la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
"Esta gente estaba borracha y prendió un fueguito", siguen contando en el barrio.
Así, la vieja casita, distante escasos 400 metros de la ex comisaría 40 de la Policía de la Ciudad, ardió.
Además, apuntan las denuncias, en el gimnasio del polideportivo municipal, distante no más de mil metros de allí, existe un albergue de emergencia para personas en situación de calle.
El fuego generó la destrucción.
No quedó nada.
Lo que fuera un ventanal lateral.