Hace más de 30 años que Ricardo y Marta Nardelli trabajan con perros cuando fundaron su criadero The Gladiator Kennel, especializado en perros de raza Terrier de campo, más conocido como “el ratonero argentino”, en la localidad bonaerense de Cañuelas. “Revalorizamos la raza y fijamos patrones. Realizamos una se lección genética profunda que la venimos trabajando hace muchos años”, comenta Ricardo, y destaca que es una raza típica de trabajo que acompaña a los peones rurales desde 1880. 

El Terrier de campo tiene su origen en la cruza entre perros traídos de Europa, como el Fox Terrier Smooth y los canes que llegaron en los barcos de los colonizadores, y que eran utilizados para limpiar las bodegas de ratas. Hay 35 variedades de perros Terrier, que quiere decir “tierra”, perros que buscan presa. 

Las dos razas más populares que llegaron a la Argentina, son el Fox Terrier Wire (que es el de pelo duro), y el Smooth (que es el de pelo liso), en los viajes de Colón, como animalejos y se fueron cruzando, por esos son diferentes en Brasil, Chile, Perú y la Argentina. 

En la actualidad, algunos estancieros están peleando para imponerlo, diciendo que fue el Terrier de campo argentino, pero, según Marta y Ricardo, especialistas reconocidos en el tema, ese fue el perro inglés que algunos propietarios de estancia trajeron a sus campos como perros puros, con registro inglés en la Sociedad Rural Argentina y que se fueron encastrando con perros rurales, es decir, a las cuzcas de pata corta. Es de ese encastramiento, que nace el Terrier de campo, el “argentino olvidado” como lo llama Ricardo. 

La labor que realizan los perros de trabajo representa una gran ayuda para el hombre. “Se está reintegrando como perro de trabajo en cuadras de caballos, en criaderos de pollos, en los silos y galpones, como animal alimañero. Antes lo utilizaba el gaucho como perro avisador y compañero de la casa. 

Hoy se usa para cosas más profesionales. Son muy importantes para el trabajo rural, ya que el gato es rechazado por el olor de su orín, y además, evitan el uso de veneno”, explica Ricardo. El Terrier de campo es un mata roedor nato. Trabaja en el control de ratas, comadrejas, lauchas, peludo, mulitas, sapos y víboras.  

“No es un perro de guardia. Comúnmente la gente lo reconoce como el ratonero y todavía está considerado en el mundo como un perro de la masa. Fue el perrito de los abuelos”, comenta Marta. Desde la Asociación Argentina del Terrier de Campo, entidad sin fines de lucro, los Nardelli luchan por rescatar el antiguo esplendor de esta raza, que estuvo en peligro de extinción. 

“Recibimos el apoyo de muchas personalidades del país y es nuestro propósito que las tres razas argentinas nos representen en el mundo: el Dogo argentino, el perro Pila argentino, y el Terrier de campo”, dice Marta, y Ricardo agrega: “Es parte del paisaje argentino. Es el acompañante fiel de nuestros peones rurales desde 1880”.