El Santo del Día: ¿Quién fue Santa Rosa Filipina Duchesne?
En 1818 el Obispo del territorio de Louisiana buscaba una congregación de religiosas que le ayudara a evangelizar a los niños franceses e indios de su diócesis, motivo por el cual Rosa Filipina sale con cuatro compañeras hacia los Estados Unidos.
Hoy, 18 de noviembre es Santa Rosa Filipina Duchesne. Filipina Rosa estudió con las Visitandinas de Grenoble, pero la Revolución le impidió consagrarse como religiosa. En 1801, un tiempo de paz, ya pudo entrar en la Sociedad del Sagrado Corazón, donde realizó su sueño de ser misionera en los Estados Unidos, donde creó una nueva comunidad en Louisiana.
Primera Misionera de las Religiosas del Sagrado Corazón
Desde 1805, Rosa Filipina sintió la llamada misionera. En una carta a Santa Magdalena Sofía, describe la gracia que recibió durante una noche de oración ante el Santísimo Sacramento, el Jueves Santo del 3 al 4 de abril de 1806. Esta notable carta manifiesta su capacidad para dar a su oración una dimensión universal que no era habitual en la espiritualidad del siglo XIX.
«Toda la noche he estado en el nuevo continente; pero he viajado en buena compañía. Primero había recogido con reverencia en el huerto, en el pretorio, en el calvario, toda la sangre de Jesús, me había apoderado de Él en el Santísimo Sacramento, lo estrechaba con fuerza y llevaba por todas partes mi tesoro para derramarlo sin temor de agotarlo. San Francisco Javier trataba también de hacer fructificar esta preciosa semilla y estaba a los pies del trono de Dios para pedir que se abriesen nuevas tierras para iluminarlas. San Francisco guiaba a las viajeras y muchos otros santos, llenos de celo por la gloria de Dios; en fin todo iba lo mejor posible; no tuvo cabida en mi corazón tristeza alguna, incluso santa, porque me parecía que se iba a hacer una aplicación nueva de los méritos de Jesús».
Vida en Lousiana
En 1818 el Obispo del territorio de Louisiana buscaba una congregación de religiosas que le ayudara a evangelizar a los niños franceses e indios de su diócesis, motivo por el cual Rosa Filipina sale con cuatro compañeras hacia los Estados Unidos, en respuesta a la llamada deMons. Dubourg. Allí funda la primera casa de la Sociedad en el Nuevo Mundo en una cabaña de madera en Saint Charles, cerca de Saint Louis, Mississippi.
A pesar de que nunca llegó a aprender bien el inglés, en 1820 , abrió la primera escuela gratuita al oeste del Mississippi y en 1828 , ya había fundado seis casas. Estas escuelas eran para las jóvenes de Missouri y Louisiana a quienes amó y trabajó para ellas, manteniendo siempre en el fondo de su corazón el anhelo de ir a los indios americanos. En 1840, dimitió como superiora para poderse dedicar, a la edad de 71 años, a los indios, abriendo una escuela en Sugar Creek, Kansas. Aunque muchos pensaban que Rosa Filipina estaba demasiado enferma para ir. El jesuita que dirigía la misión insistió: «Tiene que venir. Quizás no podrá hacer mucho trabajo, pero con su oración alcanzará el éxito de la misión y su presencia atraerá muchos favores del cielo para la obra». Estuvo sólo un año entre los Potowatomies, pero su valor pionero no flaqueó y sus largas horas de contemplación inspiraron a que los indios la llamaran ‘La mujer que siempre reza’.
Su salud empeoró y le obligó a abandonar esta obra tan amada. Falleció en Saint Charles, a la edad de 83 años, el 18 de noviembre de 1852, habiendo dedicado treinta y cuatro años de su vida a ampliar la obra de la Sociedad como comunidad internacional.
Los biógrafos de Rosa Filipina Duchesne han acentuado su valor en situaciones de pionera, su fidelidad a una única idea, sueño de su vida: servir a los indios, su aceptación de sí misma, y su actitud contemplativa.
Contemplativa y apostólica
La vida contemplativa alimentó en Rosa Filipina el deseo de ir a las misiones, a pesar de los sacrificios que tenía que hacer: una madre, hermanas, parientes, su montaña.
Sin embargo, tuvo que esperar otros 12 años para ver su sueño hecho realidad.
Canonización
Beatificada el 12 de mayo de 1940, fue canonizada por el Papa Juan Pablo II en Roma el 3 de julio de 1988. Se celebra su fiesta el 18 de noviembre.
Fuente: Vatican News/RSCJ.ES