Un joven argentino, oriundo de la provincia de Mendoza, fue detenido en El Salvador hace veinte días, durante un operativo policial, y desde entonces su familia no tiene noticias sobre su paradero.

Se trata de Alejo Arias González, oriundo de Rivadavia, quien había viajado en marzo último a ese país centroamericano, por cuestiones laborales, y el 14 de julio fue arrestado junto a otras personas que trabajaban en la misma empresa.

El joven, de 24 años, se desempañaba como cobrador de una financiera, y debía regresar en septiembre próximo porque se le vencía el pasaporte, pero este contratiempo generó incertidumbre sobre su situación.

"Está incomunicado", reveló Sandra González, su madre, en declaraciones al portal Mendoza Post, y añadió que "Él se fue con trabajo, a trabajar en una financiera, pero no sabíamos que era ilegal, que operaban en negro".

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La Justicia salvadoreña anunció en aquel momento la captura de 110 personas vinculadas a la banda "Gota a gota", con 105 detenidos colombianos, un guatemalteco, tres ciudadanos locales y el joven mendocino.

El operativo quedó enmarcado dentro de las estrictas medidas que lleva adelante el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, quien se refirió a esas detenciones masivas y en su cuenta de Twitter criticó a quienes "ingresan como turistas y luego delinquen".

Según su madre, el joven "fue engañado", y advirtió que "no sabíamos que esa financiera era ilegal, si no, no hubiéramos dejado que viajara". Asimismo, la mujer confió que su hijo viajó porque en El Salvador "ya estaban trabajando unos primos", quienes lo ayudaron a incorporarse a esa compañía.

"Mis sobrinos nos llamaron por teléfono avisando que él no había vuelto a dormir. Luego de eso, el presidente (Bukele) dijo que los extranjeros tenían algunos días para abandonar el país, entonces se volvieron", comentó Sandra.

Si bien los primos contactaron a un abogado, éste poco pudo hacer para ayudar a Alejo. Además, la madre del joven comentó que pudo comunicarse con la embajada argentina en San Salvador, la capital del país, pero le respondieron que "solamente podían alcanzarle algunos artículos de higiene".

"Por lo que nos dijeron el proceso es largo, puede durar entre seis meses y un año, pero no sabemos que puede pasar. Alejo no tuvo ni siquiera la posibilidad de defenderse, de alegar ni de explicar la situación", concluyó.