El principal acusado de haber asesinado al diputado Héctor Olivares y a su asesor Miguel Yadón en mayo de 2019 en cercanías del Congreso pidió hoy prestar declaración indagatoria en la audiencia del juicio oral que se desarrollará mañana.

Se trata de Juan José Navarro Cádiz, quien la semana pasada, en la primera audiencia, pidió la palabra para darle el pésame a las familias de las víctimas y confesó que está “muy mal” por lo que pasó.

Su defensor, Pablo Pierini, presentó hoy un escrito ante el Tribunal Oral número nueve, en el que explicó que Navarro Cádiz “ha resuelto prestar indagatoria ampliatoria en el presente debate, requiriendo que sea escuchado en la audiencia del miércoles 11/08/21 al inicio de aquella y como previo a toda otra cuestión”.

“Se hace saber que me ha manifestado que aceptará ser interrogado por las partes y el Tribunal”, agregó el escrito.

Navarro Cádiz tiene previsto reconocer que fue él quien efectuó el disparo que causó la muerte del diputado y su asesor pero asegurará que no advirtió que dos personas pasaban caminando por el lugar.

Su relato, según adelantaron sus allegados, apuntará a explicar que estaba “en muy malas condiciones” por la ingesta de alcohol y drogas, y que en el marco de una discusión con su primo, el coimputado Juan Jesús Fernández, efectuó un “disparo al aire” como una muestra de autoridad.

Tanto Navarro Cádiz cuanto Fernández pertenecen a la comunidad gitana.

Uno de los ejes centrales del debate pasa por determinar quién efectuó los disparos que terminaron con las vidas de Olivares y Yadón, pero esa situación quedará esclarecida cuando declare Navarro Cádiz.

El imputado “explicará los hechos tal como sucedieron, no como una estrategia de defensa sino como una necesidad personal, porque está muy mortificado por lo que pasó y por su fe religiosa necesita decir la verdad”, explicó su defensor.

De esa manera, buscará derribar la acusación de “homicidio por placer” (que contempla la pena de prisión o reclusión perpetua) y explicará que quiso apuntarle “a una rama” y no advirtió el paso de dos personas.

La figura del homicidio simple tiene una pena de entre ocho y 25 años de cárcel, aunque la defensa también podría apelar a delitos de menor gravedad como el homicidio preterintencional o el culposo.

Si el tribunal resuelve escuchar mañana la declaración de Navarro Cádiz, el defensor de su consorte de causa Fernández, el  abogado, Oscar Moyano, solicitará que también su defendido se someta a indagatoria.

El episodio ocurrió el 9 de mayo de 2019 a metros del Congreso de la Nación, cuando Olivares y Yadón murieron por una ráfaga de cinco disparos salidos del arma que manipulaba Navarro Cádiz.

El imputado tiene previsto declarar que sólo quería disparar un tiro y que desconocía el funcionamiento del arma, que emitió en secuencia todos los disparos.

El tribunal oral está integrado por los jueces Fernando Ramírez, Ana Dieta de Herrero y Luis Salas.