Miguel Alejandro Ochoa, el motochorro que asaltó y mató a la psicóloga María Rosa Daglio, en la localidad bonaerense de Ramos Mejía, era controlado por el patronato de liberados de manera telefónica desde que obtuvo la prisión domiciliaria en abril de 2020, hasta que sorpresivamente se fugó en octubre pasado.

El único informe que elaboró el Patronato de Liberados de la provincia de Buenos Aires y entregó al juez de ejecución de Mar del Plata Ricardo Perdichizzi, quien otorgó la domiciliaria a instancias de la Cámara, da cuenta que cuando llamó al domicilio donde cumplía prisión, atendió él mismo.

Según confirmaron fuentes judiciales a NA, ante la consulta de la profesional del Patronato de Liberados, se constató de manera telefónica la permanencia de Ochoa en su domicilio de Castelar.

Los controles que antes se hacían sorpresivamente de manera presencial, según informaron las fuentes consultadas, durante el año pasado fueron realizados por teléfono para evitar contagios de coronavirus.

En el único informe realizado, la profesional dejó asentado que Ochoa suscribió: "refiere encontrarse bien. Económicamente el grupo familiar se sustenta con los ingresos de su hijo, quien se desempeña como delivery, y de la jubilación de su madre. Indica continuar en contacto con los profesionales de la unidad penal, la
psicóloga y la trabajadora social. También mantiene contacto con el sacerdote ya que participaba en el culto católico".

Las fuentes consultadas aseguraron que si bien ese es el único informe entregado por el Patronato de Liberados luego se siguieron haciendo controles por teléfono hasta que el primero de octubre se constató que se fugó, y luego cometió varios delitos hasta asesinar durante un robo a la psicóloga Daglio.

En tanto, este viernes se difundieron imágenes de cámaras de seguridad de cuatro días antes del ataque a la psicóloga, en las que se ve el momento en el que Ochoa, le arranca la cartera a una mujer y la tira al piso.

La familia de la psicóloga convocó para este viernes a la tarde a una marcha para reclamar justicia y que se realizará a las 19:00 en Avenida de Mayo y Rivadavia, de Ramos Mejía.

Ochoa había sido condenado en marzo de 2017 a ocho años y medio de prisión por el delito de robo agravado por lesiones graves; pero en abril del año pasado y por la pandemia del coronavirus, su defensa solicitó la prisión domiciliaria y se la otorgaron.

Una vez con arresto domiciliario, violó el beneficio y estuvo prófugo desde el 8 de octubre de 2020 hasta las últimas horas del 22 de marzo.