La confirmación -muy previsible- que el Lollapalooza 2020 no se realizará, y que tendrá lugar entre el 26 y 28 de noviembre del año próximo, vino acompañada del anuncio de devolución de entradas entre el próximo lunes y el 30 de septiembre. Hasta parece haber sido puesto en la misma gacetilla, que se adjunta al final de esta nota, para disimular el hecho.

Ello despertó la indignación de usuarios, que se expresaron a través de las redes sociales, porque hace ya varios meses podía preverse que la versión 2020 del festival no iba a realizarse. El enojo crece porque la organizadora DF Entertainment realizó la misma maniobra dilatoria, en este año tan particular, con los recitales de Maroon5 y Metallica. A contramano del accionista internacional, Live Nation, que desde el 1º de mayo tuvo una clara política de devolución de entradas en los Estados Unidos, con tres opciones: cambio de tickets por otro del mismo evento, donación a una ONG que lucha contra el coronavirus, o devolución del 150% de lo pagado.

Mientras que para el Lollapalooza Argentina, según el anuncio realizado ayer, la devolución de las entradas será un año después de lo pagado, haciendo un largo trámite electrónico que incluye foto del DNI y tarjeta de crédito. En el comunicado de ayer, bajo el genérico subtítulo de “Política de Entradas”, se comunicó que el reembolso se le hará a quienes lo soliciten “a partir del lunes 7 al miércoles 30 de septiembre” inclusive. Eso para los compradores más antiguos, pues habrá un segundo período de reembolsos para quienes hayan comprado las entradas después de las 13 horas del 10 de octubre de 2019, hace más de 10 meses.

Con la clásica política de cobrar fácil y devolverla la plata difícil, además habrá que realizar una serie de pasos para obtener el dinero que, un año después, vale la mitad en dólares. Los que hayan pagado con tarjeta de crédito deben ser los titulares de la misma, ingresar a un link, seleccionar la opción Reembolso y completar un formulario. Pagar fue mucho más sencillo.

Además, deberán presentar foto del DNI de frente, foto de la tarjeta de crédito, pulsera con el código alfanumérico de 14 dígitos, el chip cortado por la mitad y la tela de la pulsera por separado. Toda una excursión informática para que, realizado todo eso, el dinero se les devuelva a los usuarios en el próximo resumen de la tarjeta de crédito.

Dólar de 50 a 132, y el doble estándar internacional

Desde el comienzo de la pandemia, DF Entertaiment hizo todo lo posible para retrasar la devolución del dinero que había cobrado por recitales, aunque nunca llegó tan lejos como con el Lollapalooza. Ya despertó la indignación de los usuarios con los eventos suspendidos de Maroon5 y Metallica, ya que desde el comienzo del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) tenían suspensiones definitivas muy previsibles.

Con respecto al Lollapalooza, cuando DF Entertainement empezó a recaudar -en julio pasado-, el dólar estaba a 50 pesos, con el Blue cercano al precio del oficial. Mientras que, casi un año después, llegó a estar $ 138 y ahora bajó a $ 132. La sospecha es que ese tiempo fue utilizado para mover una importante masa de dinero -se habla de u$s 25 a u$s 45 millones por todos los eventos- en el mercado de la City porteña. Como suele ocurrir en la Argentina, nadie deja los pesos durmiendo en un cajón o cuenta corriente bancaria, menos en un contexto de devaluación.

Además, la política de DF Entertainement fue a contramano de los lineamientos mundiales llevados adelante por el accionista internacional de la empresa, Live Nation. Desde fines de abril, esta empresa anunció una política clara con respecto a la devolución del precio de las entradas.

A partir del 1º de mayo propuso, entre otras alternativas, hacer una donación a trabajadores de la salud, que luchaban y luchan contra el coronavirus, a través de la ONG Hero Nation. También ofreció canjear los tickets por los mismos eventos, a realizarse más adelante; o devolver el 150% del valor de las entradas.

Mientras que Live Nation Latinoamérica, cuyo accionista más importante es DF Entertainment, conducido por el empresario Diego Finkelstein, hizo todo lo contrario. Devolverá el dinero del Lollapalooza cuando, devaluación mediante, vale la mitad en dólares de cuando lo recaudó. Y con requisitos que parecen hechos para que los usuarios desistan de la devolución.

La gacetilla sobre la reprogramación del Lollapalooza y su difícil devolución de entradas: