La anaconda amarilla, conocida como curiyú, sorprendió esta semana a turistas en una playa de Entre Ríos y a una familia en Misiones, ante lo cual especialistas aclararon que se trata de una especie inofensiva y pidieron cuidarla porque está en estado de vulnerabilidad.

El primer caso se dio en el balneario de Piedras Blancas, donde el reptil salió de las aguas del Río Paraná y se asomó a las arenas del lugar, a 80 kilómetros al norte de la capital provincial, informó el Diario UNO.

Ante la aparición del animal, los veraneantes se asustaron y se alejaron rápidamente de la orilla: la curiyú fue retirada del lugar por los guardavidas y luego fue trasladada a la Reserva Natural El Brete.

En tanto, en la localidad misionera de Aristóbulo del Valle, ubicada 107 kilómetros al noreste de Posadas, una pareja vio cómo una boa amarilla se acercó hasta su casa, ubicada en medio de una zona selvática cercana al Parque Provincial Salto Encantado.