El juez de instrucción Javier Sánchez Sarmiento clausuró la investigación contra Abel Guzmán por el crimen del peluquero Germán Medina en Recoleta el pasado 20 de marzo y ahora irá a juicio oral y público mientras tanto aguardará detenido con prisión preventiva. 

Es que la defensa no apeló el procesamiento impuesto con prisión preventiva días atrás por el juzgado con lo cual la medida quedó firme. Ahora, se prevé que el fiscal requiera el pase del expediente a juicio oral y público donde se lo juzgará.

Mientras tanto, aguardará con prisión preventiva en la cárcel de Ezeiza donde está detenido luego de desatar semanas prófugos y ser capturado.

Según sostiene el fallo del juez Javier Sánchez Sarmiento, el 20 de marzo Guzmán se acercó a Verdini y le preguntó: “¿Vos tenés algo para decirme?”, a lo que el dueño le respondió: : "No, mañana vamos a hablar". De repente, Guzmán sacó el arma de fuego que tenía en su cintura y amenazó a los presentes al grito de: "Quédense quietos porque le vuelo la cabeza a los cuatro”. 

Luego le disparó a Medina de un disparo en la cabeza, que estaba sentado tomando una cerveza, y lo mató en el acto, tras lo cual se dio a la fuga.

Guzmán estuvo prófugo casi setenta días hasta que fue detenido en la localidad Bonaerense de Moreno tras el alerta que dio un vecino que permitió su identificación.

El ataque de Guzmán quedó registrado en las cámaras de seguridad del local, mientras que la víctima fue trasladada al Hospital Fernández, en grave estado, y falleció poco después.

La insólita explicación de la defensa previo al avance del caso fue que a Guzmán se le había escapado el disparo.

Por su parte, el dueño del local -Facundo Verdini-, cerró el negocio durante algunas semanas por temor a una nueva aparición de Guzmán, hasta que finalmente decidió reabrir el 12 de abril, aun con custodia policial en las inmediaciones.

De acuerdo al fallo que accedió Noticias Argentinas, los chats del grupo de WhatsApp evidenciaron la mala relación que Guzmán tenía con el resto de los peluqueros. El dueño del local Facundo Verdini recordó que el uso de formol estaba prohibido y aclaró que al que no estuviese de acuerdo se podía abrir su propio salón. 

Guzmán contestó que “no tenía problema”. "Nos encontramos y lo resolvemos como corresponde”, sugirió en un Zoom con todos los empleados del lugar. 

Medina, por su parte, dijo: Hasta donde yo entiendo se hace lo que el jefe dice y si no patada en el tuje. ¿Dónde se vio que se le hable así al que te paga el sueldo? Si no le gusta a alguien que agarre la puerta y listo. Muerto el perro, se acabó la rabia”.

La conversación fue el 24 de febrero pasado, un mes antes del crimen. Guzmán era el único que continuaba usando formol para alisar el cabello de las clientas. Sin embargo, sus colegas y el propietario no estaban de acuerdo con esa acción ya que era dañino para la salud. Por ese motivo, la peluquería fue denunciada en dos oportunidades.

“Esto va más que nada para vos Abel [por Guzmán] que tengo muchas quejas con los chicos y ya. Me está superando este tema: prohibido usar formol!!! Lo dejo grabado como evidencia, no quiero más formol en la peluquería. Listo. Listo formol, ni a la mañana, ni a la tarde, ni a la noche, ni cuando está cerrada la peluquería”, enfatizó Verdini en un video que envió al grupo de WhatsApp.

Guzmán redobló la apuesta. “¿Querés hablarlo personalmente mejor? Nunca sos claro…. Y Ahora que tenés este equipo te molesta el formol", cuestionó el hombre que permaneció prófugo durante dos meses, a la vez que insistió: “¿Por qué esperaste tanto tiempo para poner claro tantas cosas? No tengo problema de mañana nos encontramos y lo resolvemos, pero cómo corresponde si todo es un problema para vos. Ya sabes qué tenes que hacer. Te olvidás de quién sos… Siempre estuve y nunca te abandoné y te portás así conmigo, no quiero más. Mañana te busco en la otra pelu y lo resolvemos mañana mismo. No me gusta este puterío barato, lo hablamos en la cara”.